Economía

Día cero de la nueva era Trump: arranca la sacudida del tablero económico mundial

La toma de posesión del presidente electo de EEUU abre un escenario incierto sobre los cambios geopolíticos y económicos que se avecinan. Europa debe prepararse

  • Donald Trump -

Faltan sólo veinticuatro horas para que Donald Trump ocupe de nuevo la Casa Blanca. Su toma de posesión este lunes aviva los temores y las dudas sobre lo que ocurrirá tras su regreso. Las amenazas arancelarias son la punta del iceberg de una guerra por la influencia económica, con una Europa debilitada por los problemas de Alemania y Francia. Esto nubla aún más el horizonte en un entorno global marcado por la polarización.

Trump ha planteado medidas fundamentalmente en tres direcciones: una política fiscal expansiva a través de la reducción de impuestos; antiinmigratoria, con la deportación de los más de 11 millones de migrantes indocumentados que viven en EEUU; y proteccionista, con aranceles del 60% sobre las importaciones procedentes de China y de entre el 10% y el 20% sobre las del resto del mundo. También hay impactos visibles en la geopolítica, con un acuerdo en Gaza que Trump se atribuye y otro posible en Ucrania, así como el intento de anexionar Groenlandia. 

"Incertidumbre" es la palabra que define la política económica de la administración Trump, con los aranceles como 'arma' de negociación. También "contradicción", con medidas proteccionistas que elevarán la inflación que prometió combatir, tal y como recuerda Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research. Lo mismo ocurre con el fenómeno del crecimiento económico y las políticas antiinmigratorias; o con la paradoja del dólar fuerte, que hará más competitivas las exportaciones comunitarias.

Las políticas de Trump acarrerarán más inflación en EEUU, con una previsible pausa en la bajada de tipos de la Fed

En todo caso, el consenso apunta a que las consecuencias que las políticas de Trump tendrán en la economía norteamericana son mayor inflación, tipos de interés más elevados, y más crecimiento del PIB (el menor avance por la vía del empleo se compensará con una mayor productividad en el país y un rápida reducción de impuestos). El Fondo Monetario Internacional (FMI) atisba un crecimiento del 2,7% en 2025 y del 2,1% en 2026, el más intenso de las economías avanzadas.

Otra incógnita es la evolución de la deuda pública en EEUU. "Es muy probable que se incremente como consecuencia de los recortes tributarios prometidos", opina Raymond Torres, director de Coyuntura Económica de Funcas. El economista advierte de que "ya no estamos en el escenario de un descenso paulatino de los tipos de interés que soporta la deuda pública, y esto es algo que reduce aún más el margen de maniobra de los países más endeudados". EEUU ya cuenta con un déficit abultado, superior al 7%, y una deuda pública que ronda el 120% del PIB. 

Sin embargo, Daniel Lacalle, economista jefe de Tressiss, considera que la estrategia de Donald Trump en esta segunda administración de mantener el estatus del dólar como moneda de reserva mundial se traducirá en una política fiscal mucho más restrictiva desde el punto de vista del gasto, con el objetivo de recortar el déficit y reducir la monetización de las emisiones de deuda. "La historia de su previa administración deja claro que va a potenciar el crecimiento económico, bajar impuestos y reducir significativamente el gasto", añade.

Donald Trump y su equipo, tras conocer la victoria electoral.

Una Europa debilitada

Europa debe prepararse. Llega a este nuevo escenario con una brecha negativa de crecimiento y productividad frente a Estados Unidos y China. En las últimas dos décadas el crecimiento medio anual del PIB en la UE ha sido del 1,5%, mientras que EEUU avanzaba a un ritmo del 2,2% y el país asiático, del 8,3%. Esa pérdida de posiciones en el tablero económico mundial, con la productividad como talón de Aquiles, podría acentuarse si no se toman las medidas adecuadas. 

Draghi lo advirtió el pasado noviembre: la victoria de Trump exige la reacción "urgente" de los Veintisiete. En el informe que lleva su nombre, el ex primer ministro italiano y expresidente del Banco Central Europeo (BCE) dio la receta para frenar el declive económico, relanzar la competitividad y proteger a los productores europeos: 800.000 millones de euros al año en inversión. Y mientras esto ocurre, la posición más conveniente es la de la negociación y la unidad. Una posición compartida por prácticamente todos los analistas.

Si finalmente EEUU castiga a los productos europeos y se desata una guerra comercial, la economía alemana sería la peor parada al ser la que más exporta al país norteamericano, casi 158.000 millones de euros en 2023. Supone alrededor del 10% de todas sus exportaciones y del 3% de su PIB. El desenlace podría ser fatal. Alemania cerró el 2024 en recesión con una caída del 0,2% en su PIB por segundo año consecutivo (-0,3% en 2023). Y las previsiones del FMI para este año arrojan un minúsculo crecimiento del 0,3%. 

"Las medidas arancelarias de Trump implicarán una apreciación del dólar frente al euro, que de hecho ya se está produciendo"

En España los efectos de los aranceles serían relativamente limitados, ya que EEUU sólo supone el 5% de las exportaciones y el valor generado representa alrededor del 0,6% del PIB, según los cálculos de Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE). Pero en el conjunto de Europa, un 20% de las exportaciones se dirigen a EEUU. Además, Izquierdo recuerda que Trump pretende forzar a los Estados miembros a aumentar su gasto en Defensa, lo que les obligará a desviar fondos de otras políticas y podría dañar el crecimiento.

Desde el punto de vista de la política monetaria, la imposición de aranceles al comercio de Trump lleva a pensar en una evolución contraria a la que se proyecta en Estados Unidos, donde la mayor inflación por dichos aranceles reduciría las expectativas sobre las bajadas de tipos de interés de la Reserva Federal. "Si el crecimiento de la Unión Europea se resiente, la situación conduciría al Banco Central Europeo (BCE) a rebajas de tipos más intensas", apunta Gregorio Izquierdo. 

Finalmente, las medidas arancelarias de Trump y la mayor fortaleza de la economía estadounidense también implicarán una apreciación del dólar frente al euro, que de hecho ya se está produciendo. "El euro ya está cerca de la paridad y esto a su vez puede complicar el escenario de desinflación en Europa. No mucho, pero sí algo, y en todo caso va a obligar al BCE a ser más prudente en su intención de reducir los tipos de interés, algo que se justificaría plenamente por el débil comportamiento de la economía europea", explica Raymond Torres.

Con todo, esta exposición de Europa frente a EEUU evidencia la necesidad de sentarse a negociar y evitar una guerra comercial. Los informes Draghi y Letta marcan el camino: fortalecer el mercado único y la innovación en Europa, y hacerlo bien. Rafael Doménech recuerda que el superávit de la balanza por cuenta corriente en la UE evidencia que ahorramos más de lo que invertimos en nuestras economías y lo acabamos exportando a otros países, sobre todo a EEUU. La gran paradoja: el capital y la inversión fluyendo del menos rico al más rico.

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