Economía

El gran salto adelante de Salvador Illa para vengar a Cataluña de Madrid

En apenas cinco meses, el 'president' ha ido ganando influencia en los círculos de poder. El gran reto es regresar a los mercados y 'vengarse' de Madrid

  • El presidente catalán, Salvador Illa. -

En apenas cinco meses, Salvador Illa ha logrado más de lo que consiguieron sus predecesores con el Procés. El 'president' socialista ha dado un impulso vigoroso a otro proceso: el de la 'catalanización' progresiva de la vida política y económica de España. Esta tendencia no puede entenderse sin la debilidad máxima de su jefe de filas. A lo largo de una legislatura convulsa, Pedro Sánchez ha tenido que ceder lo inimaginable para que la coalición no se desplome.

Los grandes beneficiarios de esas dádivas son las fuerzas soberanistas catalanas, cuyos diputados se sientan en el banquillo de la oposición del 'Parlament'. El partido que gobierna, con Illa de timonel, se ha encargado de vehiculizar las demandas de Junts y ERC. De paso, el PSC ha ido poniendo picas en los círculos de poder. El resultado es -parafraseando a Mao- un Gran Salto Adelante para las ambiciones de Illa y de la Cataluña que mira por encima del hombro a España y que aspira a 'vengarse' de Madrid. Estas son cinco de las claves que explican los avances de la autonomía y de su 'president'. 

La vuelta del Ibex a Cataluña

Paradojas de la vida empresarial: una operación concreta puede desembocar en un movimiento generalizado. Por su carácter hostil, la OPA de BBVA ha llevado al Sabadell a levantar todos los muros defensivos posibles. El último es el más importante y el que más consecuencias puede acarrear. Este miércoles, el banco que preside Josep Oliu desveló su intención de devolver su sede social a Cataluña.

Hasta hace pocas semanas, el regreso de las empresas 'fugadas' tras el 1-O no estaba sobre la mesa. Y eso que tanto PSC como los partidos soberanistas vienen ejerciendo la mayor presión posible. El desencadenante del retorno del Sabadell puede ser interpretado por la necesidad de buscar protección del Gobierno para no acabar engullido por BBVA. El Ejecutivo, con el ministro de Economía -Carlos Cuerpo- a la cabeza, ya ha aclarado que está dispuesto a vetar la operación diseñada por Carlos Torres

El banco, no obstante, asegura que llevaba casi un año planificando el regreso. En cualquier caso, Sánchez e Illa ya han logrado el ansiado regreso a Cataluña de un gran grupo del Ibex. Para los dos políticos socialistas, lo verdaderamente importante no es sólo que regrese el Sabadell, sino el 'efecto arrastre' que puede generar sobre otras compañías. Las piezas más codiciadas son CaixaBank y la Fundación La Caixa, que trasladaron sus sedes a Valencia y Palma de Mallorca, respectivamente. La presión sobre Isidro Fainé irá en ascenso y la decisión del Sabadell brinda al banquero de Manresa una excusa sólida para justificar un posible retorno. Si La Caixa vuelve, otras empresas 'fugadas' irán, seguramente, detrás, empezando por su participada Naturgy.

La influencia catalana en Telefónica

En el 'asalto' gubernamental a Telefónica, que arrancó en marzo de 2024, no sólo gana Moncloa. También salen beneficiados Illa y 'su' PSC. Por varias razones. La primera es el ascenso de Marc Murtra a lo más alto de la cúpula de Telefónica. Es un directivo con un currículum sólido, con experiencia en el negocio tecnológico y ha sumado puntos gracias a su paso por la presidencia de Indra. Eso sí, a nadie se le escapan sus conocidos vínculos con el PSC.

Murtra fue jefe de gabinete de Joan Clos cuando era ministro, ocupó un alto cargo de la Administración con José Montilla de titular de Industria y tiene buena relación con otro ex ministro socialista catalán, Miquel Iceta. La tiene igualmente con Illa, lo cual eleva la influencia del 'president' sobre la principal compañía tecnológica del país (y la que más presupuesto publicitario tiene). 

La entrada de la SEPI en Telefónica -para contrarrestar el desembarco de la saudí STC- también refuerza el poder de La Caixa en la operadora, en detrimento del otro histórico accionista español (BBVA). Criteria tiene ya un 10% del capital. La estrategia del 'holding' la decide Ángel Simón, otro directivo reconocido y con solvencia demostrada, a quien se le atribuyen igualmente buenas relaciones con la cúpula del PSC. Hay un vínculo más entre La Caixa y Telefónica: Marc Murtra se sienta en el Patronato de la Fundación La Caixa, presidido por Isidro Fainé. 

Salvador Illa y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Salvador Illa y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El perdón de la deuda, a la vuelta de la esquina

Salvo sorpresas, Salvador Illa logrará sacar adelante en los próximos meses una medida que irrita sobremanera a las autonomías con más problemas financieros. Se trata de la condonación de parte de la deuda contraída con el Estado, fundamentalmente a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Es uno de los compromisos que alcanzó Pedro Sánchez con Pere Aragonès, a cambio del apoyo de ERC a la coalición.

Ese plan permitirá ahorrar, según calcula la Generalitat, unos 15.000 millones, más otros 1.300 millones sólo en intereses. Tanto el PP como algunos barones socialistas han denunciado una y otra vez que la medida de gracia implica una discriminación hacia las comunidades que más han usado los mecanismos especiales de financiación del Estado. Por ejemplo, según Equipo Económico, la factura anual contraída por Comunidad Valenciana, Murcia o Cantabria supera el 80% del total de la deuda. 

Lejos de contener la condonación, Illa se ha propuesto liderar la batalla. La primera semana de enero, convocó a las patronales catalanas (Foment y Pimec) y los sindicatos (CCOO y UGT) para hacer presión conjunta. si la polémica medida está en la agenda del 'president', también lo estará en la de Moncloa. Su aprobación puede ser otra cesión a las formaciones soberanistas, si Sánchez necesita más oxígeno para mantenerse a flote en el Parlamento.

La conquista de la Agencia Tributaria

Junto a la condonación de la deuda, la financiación singular para Cataluña es la otra gran baza de Sánchez para contener a los independentistas. La diferencia es que esta concesión acarrea riesgos mucho más graves para el sistema. El cupo catalán forma parte del acuerdo de investidura de Salvador Illa. Es, pues, de obligado cumplimiento. 

Hay pocos 'think tanks' economícos que hayan 'bendecido' el cupo. Fedea ha sido uno de los más beligerantes, al advertir que tiene "difícil encaje constitucional" y que va en contra de la legislación de la UE. El colectivo de inspectores de Hacienda también ha alertado de otro efecto colateral: la creación de una Agencia Tributaria propia e independiente entorpecerá la lucha contra el fraude y la economía sumergida en toda España

Grandes expertos en fiscalidad como Francisco de la Torre han alertado una y otra vez de los peligros que entraña la descentralización de la información de los contribuyentes. Toda una 'invitación' al fraude fiscal. "No genera el marco apropiado ni tampoco supone una señal clara para sano incentivo a la responsabilidad fiscal", señalaba añaden desde el Círculo de Empresarios.

Ninguna de esas advertencias ha servido para que los Gobiernos central y catalán repiensen la medida. Al contrario, Salvador Illa pretende agilizarlo en el primer trimestre, a través de una comisión bilateral. «Esta es la legislatura de los servicios públicos y de la financiación singular», aseguró el 'president' a finales de diciembre, tras presentar su estrategia para 2025.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid

Isabel Díaz Ayuso.

Regreso a los mercados para 'vengarse' de Madrid

La conjunción de todo lo expuesto hasta ahora permitiría a Cataluña lograr lo que perdió hace demasiados años: la confianza de los inversores para apostar con fuerza por la región. La deuda catalana fue etiquetada como 'bono basura' tras la doble recesión de la anterior década y no se libró de ese estigma hasta hace relativamente poco. De hecho, Moody's la mantiene en el nivel de riesgo de impago. 

Otras agencias de 'rating', como Fitch o DBRS, aún otorgan una calificación muy baja de la deuda catalana. Esa 'nota' impide al 'Govern' captar financiación en los mercados y la condenan a depender del Estado. La culpa la tiene no sólo el clima de inestabilidad política que ha sufrido la región, sino la enorme factura de deuda que queda por pagar. Sólo en el próximo trienio, la Generalitat afronta vencimientos por valor de 35.000 milones.

El regreso progresivo de las empresas fugadas, la condonación de la deuda y la mejora de la financiación autonómica contribuirán a la mejora del 'rating'. Y Cataluña podrá, al fin, emitir deuda en los mercados. La medalla se la colgaría Salvador Illa, que cerraría el círculo como el líder autonómico que vuelve a plantar cara a Madrid. 

Hay ganas acumuladas de 'venganza', ya que la región que lidera Isabel Díaz Ayuso ha acogido buena parte de la inversión y de las sociedades que dejaron Cataluña a raíz del Procés. Sería el colofón del Gran Salto Adelante de Illa. El tiempo dirá si la iniciativa acaba en un éxito. O en un descalabro rotundo como el de Mao

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