La reunión entre el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, y el de Cepyme, Gerardo Cuerva, para abordar el futuro de la presidencia de la patronal de las pequeñas y medianas empresas acaba en el peor de los escenarios para la patronal: con un pulso entre ambos.
Cuerva pretende renovar en el cargo pese a la pretensión de Garamendi de buscar otro candidato tras perder su confianza, cuyo nombre aún se desconoce. Fuentes conocedoras de la reunión aseguran que el presidente de CEOE ha ofrecido a Cuerva un puesto de máxima responsabilidad en CEOE tras el relevo en la presidencia.
Sin embargo, el presidente de Cepyme desde 2019 ha manifestado su intención de continuar en el cargo y presentarse a las elecciones, que aún están pendientes de convocarse. Este martes, tras conocerse que Garamendi estaba buscando un candidato para competir con Cuerva, este último desveló la reunión prevista este martes.
Detrás de la pérdida de confianza de Garamendi en Cuerva estarían los choques internos por las respuestas de las patronales a las políticas económicas del Ejecutivo. En los últimos meses se han negociado con el Gobierno asuntos clave para el tejido productivo del país, y Cepyme ha mostrado un perfil más combativo.
El pasado verano publicó un 'Manifiesto por la Libertad de Empresa' en el que "canalizaba" la preocupación de la pyme por las consecuencias de las políticas gubernamentales. Cuerva denunció “la situación de ataque" contra las empresas, "injusta", que "lesiona legítimos derechos amparados en la Constitución" y "objetivamente mala para nuestro país".
Este pulso llega en un momento especialmente delicado para la patronal, con asuntos como la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas y la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en 50 euros mensuales en pleno debate.