La riqueza de las familias españolas está concentrada en la vivienda habitual desde tiempos inmemoriales. Según el Banco de España, la riqueza bruta de los hogares ascendía a 9,475 billones de euros a finales de junio del pasado año, últimos datos publicados por el banco central español. De esta cifra, 6,420 billones, el 67,75%, algo más de las dos terceras partes, corresponden al valor global de todas las viviendas en propiedad y 3,055 billones (el 32,25% restante), al valor de los activos financieros que poseen. Para tener una imagen más real de la situación hay que señalar que hay una deuda pendiente de pagar de 759.000 millones de euros.
El desglose de la riqueza financiera de los hogares es también muy significativo. Algo más de un tercio de su valor total corresponde a efectivo (dinero contante y sonante y cuentas corrientes) y depósitos bancarios: cerca de 1,1 billones. El segundo lugar es para las tenencia de acciones o participaciones en el capital, con 946.337 millones, el 31%.
El siguiente activo financiero al que más recurren las familias es a los fondos de inversión: absorben 475.468 millones, el 15,5% del total. En las últimas posiciones se encuentran los fondos de pensiones (188.096 millones de euros), con el 6,15% del ahorro, y los sistemas de seguros, con 177.335 millones, el 5,80%. En definitiva, el 48% está en activos muy conservadores, cifra a la que habría que añadir buena parte del montante de los fondos de inversión (otros 150.000 millones más) que se concentran en renta fija,
Según los últimos datos recogidos por el Banco de España correspondientes al conjunto del año 2024, los depósitos bancarios han concentrado el interés de los inversores particulares. Las familias tenían invertido en este tipo de activo financiero a cierre de diciembre un total de 171.272 millones de euros, 41.900 millones más que en el mismo mes del año anterior y nada menos que 106.110 millones más que a finales de 2022.
Habría que remontarse al año 2017 para encontrar un saldo vivo mayor. Entonces, los hogares tenían confiados a las entidades financieras 195.245 millones. Pero hay un dato todavía más impactante. Durante todo el año 2024, los españoles ingresaron en depósitos bancarios a plazo un total de 186.368 millones de euros, también la cifra más elevada de los últimos ocho años. Son 55.152 millones de euros más que en 2023 (un 42% más). Si la comparación se realiza sobre el montante de las nuevas operaciones llevadas a cabo en 2022, la diferencia es de 153.012 millones. Es decir en 2024, las familias metieron en depósitos a plazo cuatro veces más dinero que en 2022.
Las nuevas operaciones están siempre íntimamente ligadas a la evolución de los tipos de interés de los bancos centrales y, por extensión, a su traslación a los activos y pasivos financieros de las entidades bancarias. El año 2022 no fue un año bueno. Hasta el mes de julio, el precio oficial del dinero permaneció en el 0%. Ese mes, el Banco Central Europeo decidió hacer la primera subida en once años. Entre 2016 y 2022, en los que el tipo oficial de interés fue del 0%, la remuneración de los depósitos bancarios estuvo entre el 0,11% y el 0,72%, este último, ya a finales de 2022. Estas remuneraciones resultaban escasamente atractivas para los inversores.
Ahorro en cuentas corrientes
Se podría pensar que, como en ocasiones anteriores, el incremento del volumen de nuevas operaciones de depósito se ha debido a un trasvase de fondos desde las cuentas corrientes, siempre muy poco remuneradas. Pero no, esta vez no ha sido así. A cierre del pasado año, las familias conservaban en cuentas corrientes un total de 875.482 millones de euros, apenas 577 millones menos que a 31 de diciembre de 2023.
Después de subidas continuas del precio oficial del dinero, los depósitos bancarios a plazo han sido remunerados en 2024 a un tipo medio del 2,45%, con un tipo máximo del 2,65% en el mes de junio y un mínimo del 2,15%, en diciembre. Es decir, la remuneración alcanzó su apogeo a mitad del pasado año, por lo que no es de extrañar que el saldo vivo haya aumentado en las cifras antes citadas.
Los depósitos bancarios a plazo han ganado claramente la batalla por el ahorro de los españoles a la Deuda Pública. A todos nos vienen a la mente la imágenes televisivas de las colas registradas en el Banco de España para comprar Letras del Tesoro durante el pasado año. Sin embargo, esas imágenes, ciertamente impactantes, no se han trasladado a los números, quizás porque se trata de inversiones a muy corto plazo.
Inversión en Letras
Según las últimas estadísticas publicadas por la Dirección General del Tesoro correspondientes al mes de octubre del pasado año, las familias tenían invertidos en Deuda Pública un total de 29.389 millones de euros, alrededor de 2.800 millones más que a finales de 2023. De la cifra total, 26.574 millones (el 90,4%) están invertido en Letras del Tesoro, a tres, seis, nueve y doce meses. Los inversores particulares son los principales compradores de Letras. Tienen el 35% del total en circulación, por encima, incluso, de los no residentes.
Los tipo de interés de las Letras del Tesoro han oscilado a lo largo del año pasado entre el 3,56% de las que se amortizan a tres meses al 3,30% de las a doce meses. Eso en enero, porque en diciembre, los tipos de remuneración descendieron al 2,594% y el 2,215%, respectivamente.