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Economía

Economía incentiva a los bancos que inviertan en la Sareb a través de sus filiales extranjeras

Antonio Carrascosa (izda.) y Fernando Restoy, director general y presidente del FROB, respectivamente.

En tan solo cinco días, el banco malo será una realidad. Hasta el momento, el Santander es la única entidad financiera que ha mostrado su compromiso en convertirse en accionista de la Sareb. Un déficit de inversores que ha llevado a Economía a proponer toda una batería de incentivos fiscales para captar accionistas, como adelantó hace semanas Vozpópuli. Entre las últimas propuestas destaca el incentivo por parte de Economía a que la banca, en este caso el Santander, invierta en el banco malo a través de sus filiales extranjeras.

La normativa fiscal del banco malo exime del pago de determinados impuestos a los inversores extranjeros no residentes en España y el ámbito europeo. Un incentivo que se extiende, excepcionalmente, al dinero proveniente de paraísos fiscales. Una ventaja de la que no gozarán, sin embargo, las filiales de los bancos extranjeros que operan en nuestro país.

Los planes del Gobierno pasan por reducir a la mínima expresión la carga impositiva por su participación en los Fondos de Activos Bancarios (FAB), los subfondos en los que se dividirán los distintos tipos de activos tóxicos que tiene la banca nacionalizada y en apuros en sus balances. Según las enmiendas presentadas por el PP al último decreto de reforma financiera, aprobado el pasado 31 de agosto, los inversores que participen en esta sociedad y en los fondos que ésta constituya tributarán como una Sicav. Eso supone que sus beneficios abonarán el 1% del Impuesto de Sociedades y que sus reembolsos lo harán al tipo de tributación general. Estas condiciones permanecerán durante los 15 años de vida útil de la Sareb. A partir de entonces, la tributación se elevará hasta el 30%.


"Se ha tratado de diseñar la fiscalidad más atractiva posible", revelan fuentes cercanas al Gobierno. Todos los movimientos de activos inmobiliarios en el entorno del banco malo estarán exentos del pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y de Actos Jurídicos Documentados, lo que supone una media del 8% sobre el valor de cada inmueble en cada traspaso. Estas medidas ya se adoptaron con Bankia cuando creó su particular banco malo.

Una concesión que ya introdujo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en 2008, sobre la compra de deuda pública alegando que "la economía española" afrontaba "importantes necesidades de financiación exterior". Con esta medida, el PP permite no sólo una salida ventajosa a la banca sino que abre la mano a los fondos que operan desde territorios fiscalmente opacos.

A pesar de estas ventajas, en el sector financiero se duda de la entrada de inversor extranjero alguno en el capital del banco malo. Alte esta ausencia de apetito, Economía ha contratado a cinco bancos de inversión para atraer accionistas a la Sareb. En el ámbito doméstico, el Banco de España, el FROB y Economía mantendrán una reunión con la banca española este próximo viernes. A ese encuentro se llegará con la negativa de BBVA y las dudas del resto de entidades sanas, a excepción del grupo presidido por Emilio Botín.


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