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Economía

Los jefes de Wizink se quedan sin un bonus de 9 millones por los casos de usura

Valla publicitaria de WiZink.

Los jefes de Wizink se han quedado sin un bonus de 8,8 millones de euros, después de que el banco haya incumplido sus objetivos de negocio por las fuertes provisiones que ha tenido que anotarse ante la avalancha de reclamaciones previstas de sus clientes por intereses usurarios aplicados.

El banco digital, propiedad del fondo estadounidense Värde, disparó las provisiones al cierre del pasado ejercicio, hasta los 209,6 millones de euros, y registró pérdidas de 210 millones, tras ganar 387,5 millones de euros en 2018, como publicó ayer lunes este diario.

La entidad recogió en sus cuentas de 2019, aprobadas por la Junta general de Accionistas en agosto de este año, el impacto previsto en su negocio de la sentencia del Tribunal Supremo del pasado 4 de marzo, que declaró nulo el tipo de interés aplicado a un préstamo concedido a uno de sus clientes, por ser usurario.

La sentencia del Supremo ha obligado a Wizink a suprimir el bonus para sus directivos, y cambiar sus planes y previsiones de negocio

Wizink aprobó en 2015 un programa de incentivos para once directivos, pagadero en efectivo, condicionado al incremento del valor del banco durante un periodo que finalizaba en 2019. Hasta que se conoció el pasado mes de marzo la sentencia del Supremo, el banco venía sosteniendo que preveía un desenlace favorable sobre el caso de las tarjetas revolving y los intereses aplicados.

"Creemos que nuestra posición legal es sólida y esperamos una decisión favorable cuando el Tribunal Supremo decida sobre el asunto", afirmó la entidad en un comunicado del pasado mes de septiembre. "Excluyendo las provisiones de usura, la rentabilidad del negocio sería similar a la del año pasado", llegó a asegurar entonces.

Sin embargo, la sentencia del Supremo del 4 de marzo de este año, ha tirado por tierra la previsión de resultado de la entidad, los bonus para sus directivos, y ha obligado al banco a revisar sus planes de negocio (entre ellos, una salida a Bolsa).

Värde adquirió en diciembre de 2014 el 51% de WiZink a Banco Popular y en 2018 acordó con Santander la compra del 49% restante

"A 31 de diciembre de 2019 el banco consideró que no correspondía percepción de cantidad alguna del programa basado en acciones liquidadas en efectivo", explica Wizink en sus últimas cuentas anuales, "ya que cualquier percepción estaba condicionada a la consecución de un objetivo 'llave' (aumento del valor del banco) que finalmente no fue alcanzado".

El banco ha revertido en sus cuentas la provisión correspondiente a ese bonus, dando lugar a un efecto neto positivo en los gastos de personal. La entidad ha indicado a este diario que en los últimos meses se ha reestructurado la dirección, sin precisar los nombres de los directivos que han dejado de percibir los 8,8 millones de euros del plan de incentivos aprobado en 2015.

El fondo estadounidense Värde adquirió en diciembre de 2014 el 51% de Wizink a Banco Popular y en 2018 acordó con Santander la compra del 49% restante en una operación valorada en 1.040 millones de euros. En noviembre de ese mismo año Wizink vendió a Santander y a la filial portuguesa del primer banco español su negocio de tarjetas de crédito.

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