El único yacimiento de gas en España multiplicará por cuatro su producción en 2020

El yacimiento de gas de Viura, situado en la provincia de La Rioja y prácticamente el único de este tipo en España, ampliará próximamente su infraestructura con el fin de dar un notable acelerón a la extracción de esta materia prima. El consorcio liderado por Unión Fenosa Gas, adjudicatario de la concesión de explotación del yacimiento desde mediados del año pasado, ultima la construcción de un nuevo pozo, de unos cuatro kilómetros de profundidad, con el fin de multiplicar por cuatro el actual ritmo de producción, hasta alcanzar el millón de metros cúbicos diarios en 2020, cuando la nueva instalación ya esté funcionando a pleno rendimiento.

El entorno de Sotés, localidad a poco más de 10 kilómetros de Logroño, es una especie de oasis en el desierto que es España desde el punto de vista de las materias primas energéticas. En él se encuentra más del 90% del gas localizado en el subsuelo del territorio nacional. Una cantidad de aproximadamente 3 BCM (3.000 millones de metros cúbicos) de gas natural convencional, que se estima contiene el yacimiento descubierto a finales de la pasada década por un consorcio compuesto por Unión Fenosa Gas, Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi y Oil Gas Skills, cuyos esfuerzos culminaron en julio de 2017 con la concesión de una licencia de explotación por un periodo de 30 años, con dos posibles prórrogas de diez años cada una.

Desde entonces, la producción de gas natural convencional que se encuentra en el yacimiento ha alcanzado máximos en el entorno de los 280.000 metros cúbicos diarios, en los que se encuentra en la actualidad. Sin embargo, el consorcio ha determinado que es hora de hacer un esfuerzo adicional para elevar ese ritmo. De esta forma, se realizarán nuevos sondeos con la construcción de un nuevo pozo principal y la posibilidad de ampliar la instalación con algún otro complementario. El objetivo, cuadruplicar la producción.

La construcción del pozo adicional ya estaba contemplada como posibilidad en el contrato de concesión. En este tipo de yacimientos, resulta siempre complicado que los primeros sondeos se sitúen en el mejor punto posible para extraer la materia prima, con lo que es habitual llevar a cabo instalaciones adicionales para terminar de realizar la extracción en las mejores condiciones posibles.

La inversión prevista para esta nueva instalación se va por encima de los seis millones de euros, que se añadirán a los 140 millones que ya ha invertido el consorcio desde que comenzó a trabajar en el proyecto.

Un oasis en el desierto energético

Fuentes de Unión Fenosa Gas (compañía participada al 50% por Naturgy y la italiana ENI) confirmaron a Vozpópuli la próxima ampliación de las instalaciones aunque precisaron que, por el momento, no hay indicios que apunten a que las reservas de gas encontradas en la zona sean más amplias que las estimaciones iniciales.

Una cantidad que resulta de todo punto simbólica. Para hacerse una idea, los 3 BCM que almacena el yacimiento de Viura equivalen al 10% del consumo anual en España. Es decir, que el gas de La Rioja no va a hacer precisamente que el país vaya a dejar de depender prácticamente en exclusiva del exterior en materia energética. Sin embargo, teniendo en cuenta esta situación, el hallazgo de Sotés fue considerado en su día como un pequeño milagro al que ahora le llega la hora de pisar el acelerador, una vez que su viabilidad está más que comprobada.

La apuesta llega en un momento clave para la planificación energética en España, pendiente de la aprobación de la Ley de Transición Energética, que debería definir el papel que representará el gas natural en la larga travesía hacia la descarbonización del sistema y la implantación definitiva de las energías renovables.

Por el momento, la postura del Ministerio de Transición Ecológica hacia esta materia prima ha sido notablemente tibia, aunque los expertos apuntan al gas como necesaria energía de respaldo teniendo en cuenta que la estrategia marcada por el actual Gobierno incluye el cierre ordenado de las centrales térmicas y también el de las nucleares, una vez hayan cumplido su periodo de vida útil, lo que sucederá a finales de la próxima década.