Los trabajadores de Siemens Gamesa preparan huelgas y una manifestación la próxima semana

Los trabajadores de Siemens Gamesa ultiman ya un calendario de movilizaciones por el cierre de la planta de palas de Aoiz (Navarra) anunciado por la compañía, que deja en la calle a 239 empleados.

"Estamos totalmente en desacuerdo con la decisión, esto es deslocalización pura y dura", cuentan a Vozpópuli fuentes del comité de empresa, que insisten en que "van a intentar revertir la situación y que Siemens Gamesa se plantee traer carga de trabajo".

En esta línea, sus movilizaciones comenzarán el día 8, el día en el que comienzan las negociaciones con la empresa para acordar los términos del cierre. Ese día, explican desde el comité, los empleados harán un paro de 24 horas a las puertas de la fábrica. Ese mismo sábado, el día 11, los sindicatos preparan una manifestación que recorrerá las calles de Pamplona, al tiempo que apelarán al Gobierno de Navarra y al Gobierno central.

"Tienen que implicarse hasta el final. No puede ser que siempre estemos hablando de renovables y que, de un día para otro, una planta eólica eche el cierre en España", insisten desde el comité, que apuntan a que, además, fueron conscientes de la noticia "por los medios"; de hecho, cinco días antes la multinacional había transmitido a los representantes de la plantilla que había trabajo en la planta hasta final de año.

Además de estas dos fechas, los empleados tienen sobre la mesa ir convocando concentraciones y paros conforme avance la negociación con la compañía. "Vamos a pelear por si podemos revertir la situación, y creemos que el Gobierno estará en la misma línea".

Siemens Gamesa justifica el cierre

Con todo, la compañía justifica el cierre alegando que la planta "no es competitiva para producir las enormes palas" de los modelos de la nueva generación de turbinas terrestres (onshore) en las que quiere trabajar la compañía, con rotores de hasta 170 metros. La fábrica navarra está especializada en el modelo SG 3.4-132, con un rotor de 132 metros, principalmente para el mercado doméstico.

"Sus altos costes y su localización geográfica, a más de 200 kilómetros del puerto más cercano, hacen inviable su competitividad para la exportación", aseguró Siemens Gamesa en el comunicado.