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Economía

El taxi secuestra Madrid y Barcelona para exigir la muerte de Cabify y Uber

Manifestación de taxistas en las inmediaciones del Congreso de los Diputados

El taxi ha lanzado un órdago definitivo. "Uber y Cabify tienen que desaparecer de las calles, sino mantendremos de forma indefinida el bloqueo de la ciudad", explica un representante madrileño del taxi. Una contundente declaración que no parece un farol. El sector ha vuelto a la calle con fuerza que en el verano de 2018 y no piensa abandonarla hasta que se cumplan sus exigencias.

El lenguaje que se emplea es una declaración de intenciones. “Guerra”, “batalla”, “secuestro de la ciudad” o “revolución”, son los términos que utilizan los taxistas movilizados estos días en Madrid y Barcelona para explicar su actividad. “Esto no son huelgas donde sólo se deja de prestar el servicio, nuestro actividad en las ciudades va un paso más allá”, explica a este medio Alberto 'Tito' Álvarez, el líder de Elite Taxi Barcelona y uno de los principales referentes de las movilizaciones del sector en los últimos años.

“Hemos recomendado a algunos compañeros que pidan un crédito porque esta movilización puede alargarse un mes”, añade Tito. El objetivo es que las Administraciones limiten la actividad de los vehículos de transporte con conductor (VTC), aquellas que usan Uber y Cabify, tras el decreto ley del pasado mes de septiembre que salió desde el Ministerio de Fomento.

“Nuestra protesta no es contra las VTC, que pueden llegar a tener su utilidad, nosotros nos quejamos de las plataformas que realizan nuestro mismo servicio”, matiza el portavoz de Elite Taxi Barcelona. “Su objetivo es exterminarnos y quedarse con nuestro servicio y eso no lo vamos a permitir”, añade.

Su estrategia es tener el control de ambas ciudades, mientras se sientan en la mesa con los representantes de las comunidades para que regulen el servicio de las VTCs. En Madrid, el paro ha arrancado este lunes con el objetivo de boicotear Fitur, que se celebrará desde este miércoles al domingo en el recinto ferial de Ifema.

Hemos recomendado a algunos compañeros que pidan un crédito porque esta movilización puede alargarse un mes”

Esta intención ha dado un paso más, cuando varios taxistas han bloquearon esa misma tarde las entradas al Ifema en la M-40 y M-11. Mientras, otros grupos numerosos de taxistas rodeaba el edificio donde en un día dará comienzo Fitur. Se trata de uno de los principales eventos de negocios la capital y los propios empresarios madrileños han pedido ‘misericordia’ al taxi ante esta cita.

Nuestra intención no es molestar a la gente, pero sabemos que si nos vamos a la montaña a quejarnos no se entera nadie de esta peligrosa situación”, contesta Tito tras ser preguntado si no tema el daño que puede dejar en la imagen del taxi esta reivindicación.  

Un éxito de convocatoria

En Barcelona, el taxi lleva movilizado cerca de una semana. A imagen y semejanza de los chalecos amarillos de Francia, los taxistas catalanes han dado un paso más allá este lunes y han ocupado el centro de Barcelona, la Ronda Litoral y el Puerto, entre otros puntos de la ciudad. Su movilización, cifrada en cerca de 12.000 por los organizadores, han colapsado la circulación de la Ciudad Condal e incluso han provocado ciertos disturbios. 

Los taxistas de Barcelona marchan a pie por centro ciudad hacia el Parlament.

"Podemos ser 100.000 personas en una semana", reivindica 'Tito' Álvarez. El éxito de convocatoria de la movilización hace que los taxistas se planteen buscar aliados internacionales que acudan a su causa y otros sectores, como pensionistas o universitarios, que se sientan atraídos por este movimiento. El objetivo final es colapsar el Mobile World Congress, uno de los últimos grandes eventos internacionales que le quedan a Barcelona. 

El conflicto de la precontratación

Los taxistas se reúnen este mismo martes con la Generalitat, después de que la Administración se haya reunido con los representantes de las VTCs. "El camino que lleva la Generalitat nos gusta, pero los 15 minutos de contratación nos parecen muy insuficientes", explica Tito. La Administración que preside Quim Torra le suelta en este sentido 'la patata caliente' al Ayuntamiento de Barcelona, ya que podría ampliar el periodo de antelación según criterios ambientales, territoriales y de duración del trayecto.

Mnifestación de taxistas en la Puerta del Sol.

En Madrid, el escenario es similar. Los sindicatos se han reunido este lunes con el presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, y han podido conocer de primera mano el borrador de ley que prepara la administración. Unas explicaciones que no han sido suficientes y que han provocado que el taxi mantenga su huelga indefinida en Madrid.

"Menos en la precontratación estamos de acuerdo en todo: no aparcar en superficie, circulación a base en menos de una hora, zona de captación en 300 metros y recorridos mínimos de 5 kilómetros", explica un representante del taxi presente en la negociación. Y, tanto el equipo de Garrido como el taxi, piden también al Ayuntamiento de Carmena que 'se moje' en este conflicto. 

¿Quién tiene razón?

Los métodos del taxi para reivindicar su situación parecen haber olvidado el debate sobre este sector. Tanto la patronal de VTC, Unauto, aplicaciones como MyTaxi y plataformas de usuarios están denunciando las situaciones de violencia vividas este fin de semana en la ciudad de Barcelona con motivo del paro indefinido del sector del taxi. 

Un escenario en el que todos parecen estar de acuerdo. No obstante, la división está en si el taxi tiene o no razón en sus protestas. "Hemos llegado hasta aquí por un cumulo de despropósitos normativos", asegura Marc Tarrés, profesor de derecho administrativo de la Universitat de Barcelona y colaborador de la UOC. "El sector del taxi tiene motivos para sentirse engañado y pensar que no se ha jugado del todo limpio", añade. 

Hemos llegado hasta aquí por un cumulo de despropósitos normativos"

No obstante, el profesor considera que tras los errores de las diferentes administraciones, el objetivo debe ser la convivencia regulada entre ambos servicios. "En ciudades como Madrid o Barcelona existe mercado para ambos negocios. Sobre todo, hay que revisar el servicio de VTCs, ya que donde ha habido libre competencia el taxi, prácticamente, han muerto", asegura el profesor Tarrés.

No obstante, lo que parece cierto es que la última palabra será del consumidor. Los representantes sectoriales y las administraciones luchan por llegar a un acuerdo, mientras el usuario escucha cada vez más ruido. Y, no hay que olvidar, que la revolución tecnológicas genera cada vez más alternativas de movilidad que no entienden de secuestros. 

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