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Economía

Los ‘súper’ resisten a los rebrotes: mantienen las ventas y dicen adiós a las grandes colas

Personas entrando a comprar en el supermercado Mercadona.

La avalancha de clientes tratando de llenar sus carros y las grandes colas a las puertas de los supermercados son imágenes que han quedado atrás, pese a los rebrotes por coronavirus que se están produciendo en todas las comunidades. En esta línea, la "normalidad" se ha adueñado del supermercado y, aunque se han heredado hábitos de la pandemia como ir menos a comprar o gastar más en cada compra, la histeria colectiva ha desaparecido.

Así lo creen desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas); su director general, Ignacio García Magarzo, explica a Vozpópuli que "afortunadamente, el trabajo que hizo el sector para demostrar que no iba a ver un problema de abastecimiento en nuestro país ha transmitido mucha tranquilidad a la sociedad española, que está actuando con serenidad y civismo". 

En este sentido, el director general de la patronal reconoce que se ha consolidado tras la pandemia una tendencia a disminuir la frecuencia de compra y que se compra más, "pero dentro de una tendencia a la normalización". "El incremento de ventas después de la época de acopio venía también por el cierre de la hostelería y restauración, que afortunadamente ahora funciona", destaca.

Los daños de la caída turística

Unas ventas normalizadas que, no obstante, no están teniendo el mismo comportamiento en todas las zonas de España a causa de la caída del turismo. Así, mientras los supermercados ubicados en las zonas costeras ven caer sus ventas respecto al verano del año anterior, los ubicados en las grandes ciudades (Madrid y Barcelona) han notado cómo sus ventas han descendido mucho menos, mientras que los 'súper' rurales, ubicados en municipios de menos de 10.000 habitantes, han ganado clientes.

En esta línea, los casi 3.000 supermercados de zonas "netamente turísticas" han registrado un descenso de facturación por la ausencia de turistas principalmente europeos (británicos, belgas, alemanes), notándose especialmente en Canarias pero también en zonas de Cataluña, Murcia o la Comunidad Valenciana. "En estas zonas de costa se está trabajando bien con el cliente nacional, lo que en parte compensa la caída del cliente de fuera", cuenta García Magarzo.

Las grandes ciudades por su parte, también registran en sus supermercados cuál está siendo el movimiento de la población este verano: "El descenso de ventas es menor del que tendrían un año normal en agosto, puesto que o se ha viajado menos o se ha estado menos días fuera", apunta el presidente de la patronal, al tiempo que reconoce que es pronto para hacer balances del periodo estival, pero las tendencias ya se registran.

Así, Asedas recoge ya un incremento de hasta el 15% de las ventas en los supermercados ubicados en zonas rurales. Son casi el doble de los que hay en zonas turísticas, unos 6.000, y, aunque se comportan diferente según las zonas, el aumento de facturación se ha dado tanto en grandes cadenas como en 'súper' franquiciados o cooperativas.

Normas claras

Con todo, desde la patronal de los supermercados insisten en que las cadenas "se están adaptando a las circunstancias" y tratando de compensar las pérdidas de algunos lugares con las ganancias de otros.

¿Algún mensaje al Gobierno? "Que simplifique al máximo las normas y haya diálogo", dice García Magarzo, que destaca la "reacción rápida" de los empresarios durante la pandemia para convertir las tiendas en lugares seguros y sacar adelante guías de funcionamiento.

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