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Economía

Amenaza para el fútbol modesto: Barça y Atlético se abren a la superliga de Florentino

Bartomeu, Pérez y Cerezo

El proyecto de una superliga con los clubes más poderosos del planeta que encabeza mediáticamente Florentino Pérez se topa hoy con la oposición de las federaciones nacionales y ahora incluso, al menos oficialmente, de un gigante del fútbol europeo como el Bayern de Múnich, por sus potenciales efectos en las ligas tradicionales. El propio presidente de La Liga, Javier Tebas, incluyó la necesidad de cerrar filas contra el peligro para sus activos de "las reformas de competiciones europeas" como las que implicaría el proyecto de Florentino en la plataforma electoral que le aupó a la reelección en el cargo el pasado mes de diciembre.

Sin embargo, no son todo enemigos para el presidente del Real Madrid, que cuenta además con el interés favorable de importantes fondos internacionales en impulsar una competición que enfrente cada fin de semana a los mejores clubes del planeta.

Fuentes cercanas al otro gigante del fútbol español y mundial, el Barça, responden a Vozpópuli que el club trabaja en un proyecto de "liga europea semejante al de la Euroliga de baloncesto" junto a la Asociación Europea de Clubes -en la que llevan la voz cantante los clubes más poderosos-, y en comunicación con la UEFA, ya que podría tratarse, al menos en apariencia, de una reforma para relanzar el negocio de la actual Champions League que se juega con formato de Copa entre semana sin coincidir con las ligas.

Se nos queda un poco lejos porque estamos centrados en el proyecto de una liga europea, pero eso no quiere decir que estemos en contra de una liga mundial"

Sin embargo, el proyecto defendido por el Barça, esgrimen fuentes del sector, apuntaría en esencia a lo mismo que el del Madrid (que tampoco se ha opuesto a una superliga europea): consolidar una liga internacional en la que se enfrenten asiduamente los mejores, lo que dispararía sus ya de por sí colosales ingresos (sobre todo, televisivos), en perjuicio del fútbol modesto que compite cada fin de semana en cada una de las ligas nacionales.

Desde el Barça, de hecho, evitan mostrarse contrarios al proyecto del presidente de su 'archirrival'. "Se nos queda (la superliga mundial) un poco lejos porque estamos centrados en el proyecto de una liga europea, pero eso no quiere decir que estemos en contra de una liga mundial", han respondido a preguntas de este periódico sobre el proyecto de Pérez.

Otras fuentes señalan a este medio que lo mismo sucedería con el Atlético de Madrid, al que se le daría un sitio en la Liga de los grandes, y que se han producido conversaciones recientemente al más alto nivel entre Madrid y Atlético sobre la posibilidad de que este último participe en esa potencial superliga de grandes, sea del formato que sea. A preguntas de Vozpópuli sobre su interés en un proyecto como el impulsado por Florentino, desde el club de Enrique Cerezo han evitado hacer comentarios.

¿Europea o Mundial?

El alemán Der Spiegel junto a Football Leaks aseguraron ya en 2018 que tanto el Barça como el Atlético, junto al Madrid, estaban interesados en participar en un proyecto de superliga europea en algún momento a partir de 2021. Por lo pronto, para ese año se ha fijado ya el primer gran Mundial de Clubes de la historia en virtud del cual Florentino Pérez ha montado una inédita Asociación Mundial de Clubes con el respaldo de la propia FIFA, China e instituciones futboleras con tirón y tradición más allá de Europa que tienen buenas relaciones con el mandatario merengue. Madrid y Atlético ya están clasificados a ese primer gran Mundial de Clubes, que serviría de puente hacia una nueva superliga mundial, mientras que el Barça, de no ganar la actual Champions, pendería de una invitación de la propia FIFA.

El Financial Times ha informado recientemente incluso que Pérez ha entablado negociaciones con uno de los mayores fondos de inversión del mundo, CVC Capital Partners, para impulsar la mentada superliga mundial. Otras fuentes señalan que Liberty, el gigante mediático que impulsa la Fórmula 1, estaría interesado en una torneo liguero con los equipos más poderosos a nivel internacional del fútbol.

En una superliga, el Real Madrid, como mínimo, rebasaría la barrera de los 1.000 millones en ingresos por televisión frente a los 250 que percibe actualmente

En cualquier caso, el 'toque' de mundial sería el elemento del que está tirando Florentino para imponer sus condiciones de cara a un tipo de competición en el que los clubes poderosos de Europa están más de acuerdo de lo que declaran en público. El formato de esa superliga y su fecha de estreno, evidentemente, no está cerrado, pero existe consenso en que, en cualquiera de los casos, multiplicaría al menos por cuatro los ingresos televisivos de los clubes con mayor tirón internacional. El Real Madrid, como mínimo, rebasaría la barrera de los 1.000 millones en ingresos por televisión frente a los 250 que percibe actualmente.

El Bayern de Múnich ha rechazado públicamente que vaya a apoyar cualquier tipo de iniciativa de este tipo que perjudique las ligas nacionales. Sin embargo, fuentes de la inversión e incluso el propio Der Spiegel apuntan a que el club alemán estaría en verdad por la labor.

Sintonía con FIFA; resistencia de los ingleses

El asunto está en la oposición de las federaciones y patronales de fútbol nacionales, que podrían sancionar a los clubes que se sumen a iniciativas de este tipo, llamadas a hundir las finanzas del resto de clubes nacionales, con prohibirles, por ejemplo, que sus jugadores puedan representar a las respectivas selecciones nacionales.

"Eso, en cualquier caso, durará muy poco; tarde o temprano se verá que no es sostenible un Mundial sin Messi o Ramos", dice una fuente conocedora del mundo de la inversión. Paralelamente, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que tiene mucho que decir también, parece estar cada vez más en sintonía con Florentino, tal y como han informado este medio y As, y lo demuestra también el reciente nombramiento del expresidente argentino y de Boca, Mauricio Macri, amigo de Florentino, como jefe de la Fundación FIFA.

Así las cosas, apuntan fuentes del sector, el principal escollo para una nueva superliga internacional está en los clubes ingleses, que encarnan actualmente una hegemonía económica en Europa tras décadas trabajando en potenciar sus derechos televisivos de manera conjunta y en repartirlos de forma casi igualitaria. "A ellos les está yendo muy bien ahora", dice una fuente financiera. "Llevan mucho tiempo trabajando el tema de los ingresos televisivos en conjunto a nivel internacional, la marca Premier, y hay mucha paridad en lo que acaban ingresando todos ellos, hasta el punto de que la gran mayoría de clubes no tiene mucho que envidiar en ingresos de TV al Madrid o el Barça".

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