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Economía

El sector del automóvil enciende las alarmas: el superávit comercial se redujo un 77% en enero

Las exportaciones de coches y componentes de automoción cayeron en enero un 4,6% respecto al mismo mes del año pasado.

El sector del automóvil en España no está viviendo en los últimos meses sus mejores momentos, y son más las noticias negativas que positivas las que marcan tan importante industria en España. El pasado mes de enero, el superávit comercial del sector de la automoción en España cayó un 77,6% en comparación con el mismo mes del ejercicio anterior, hasta 59,4 millones de euros, según ha informado el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Este resultado ha sido fruto de unas exportaciones en el primer mes del año por valor de 3.495,1 millones de euros, cifra que supone un 4,6% menos en comparación con mismo mes de 2018, frente a unas importaciones de 3.435,7 millones euros, un 1,1% superior a las realizadas hace un año.

El peso de las ventas al exterior del sector del automóvil en el global de la economía española fue del 15,5%, mientras que el de las compras en el extranjero fue del 12,7%. El porcentaje de las ventas al exterior del sector de la automoción solo ha sido superada por las de los bienes de equipo (19,7%) y las referidas al sector de alimentación, bebidas y tabaco (17,8%).

Si se desglosan las cifras, el sector de los automóviles y las motos tuvo en enero un superávit comercial de 610,4 millones de euros  que supone un 23,2% menos, debido a que las ventas ascendieron a 2.304,2 millones (un 5,5% menos) y las compras a 1.693,8 millones (un 3,1% más).

Por el contrario, el de componentes del automóvil cerró con un saldo negativo de 551 millones (un 3,8% más) porque las importaciones ascendieron a 1.190,9 millones de euros (un 2,8% menos) y las exportaciones a 1.741,9 millones (un 0,8% menos).

El peor enero desde 2012 

No han sido sólo las ventas al exterior las que han sufrido un revés dentro del sector. Los fabricantes de automóviles han registrado en 2019 su peor mes de enero de los últimos 7 años. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la facturación de coches y vehículos de transporte ha caído a nivel nacional un 4,4% respecto a enero de 2018. Esto supone la mayor bajada para las entradas de pedidos en el sector de la automoción desde 2012, cuando se registró una bajada de más del 14%.

Hace apenas unas semanas, con el objetivo de impulsar y fomentar la innovación en la industria, el Gobierno anunció un Plan de Apoyo Integral al sector del automóvil en el que contemplaba destinarle 2.686 millones de euros. 

Según el Ejecutivo, la medida iba a tener un impacto económico en el sector de la fabricación de vehículos de unos 26 millones de euros en 2019, de 52 millones en 2020, de 80 millones en 2021, de 95 millones en 2022, de 83 millones en 2023, de 57 millones en 2024 y de 29 millones en 2025.

Punto de inflexión "histórico"

En términos generales, el sector industrial español ha experimentado un crecimiento global de un 0,2% respecto al año pasado, mientras que las entradas de pedidos bajaron casi dos puntos porcentuales, según datos del INE. Además de la bajada que han sufrido los fabricantes de automóviles, los pedidos de los bienes de equipo han registrado una caída interanual de un 9,5%.

España es la novena fabricante mundial de automóviles y la segunda en Europa, por detrás de Alemania, que produce más del doble de vehículos. Es un sector fundamental para la economía española, ya que representa un 10% del PIB y supone una fuente de empleo para más de un cuarto de millón de personas. Si se suman los empleos indirectos que genera, el número total de puestos de trabajo  asciende a 1,8 millones.

Cada vez son más las multinacionales que han anunciado inversiones en el sector automovilístico en España, que han permitido fabricar en 2018 más de 2,8 millones de vehículos.

De manera paralela, la irrupción en la industria de los coches eléctricos se ha traducido en que el sector se encuentre en un “punto de inflexión histórico”, según palabras del secretario general de Industria, Raúl Blanco. De acuerdo con Blanco, es "muy arriesgado" saber qué tecnología reinará en los próximos años en la industria de la automoción, lo que genera cierta incertidumbre sobre cuál será el futuro del sector.

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