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Economía

Los bonos soberanos, la nueva burbuja que puede provocar otra crisis financiera

Billetes de euro.

Tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el fin de la crisis de deuda, empieza a enseñar la cara una nueva amenaza que puede provocar otra crisis financiera mundial: la enorme burbuja de bonos soberanos que se ha formado tras la agresiva política de los bancos centrales en los últimos años. La firma de asesoramiento Arcano, que predijo en 2012 la recuperación del sector inmobiliario en España, asegura ahora que si se pincha esta burbuja, habrá un riesgo muy elevado de que se produzca una nueva crisis financiera a nivel mundial.

¿En qué consiste esta burbuja? Los bancos centrales han empleado todo su arsenal para evitar que la gran recesión se convirtiera en una gran depresión. Han aplicado medidas ortodoxas y no ortodoxas de política monetaria. Y hoy, siete años después, muchas de estas medidas se mantienen. Esto ha llevado a la rentabilidad del bono a 10 años a mínimos históricos en todos los países y ha generado la mayor burbuja de bonos de la historia.

Por eso, en los últimos años se han dado situaciones extrañas, como que los inversores hayan pagado dinero por invertir en el bono a 10 años alemán o que España se financie más barato que Estados Unidos, "toda una aberración" del mercado. En España también se han llegado a registrar tipos negativos en algunas emisiones del Tesoro, pero no en las de diez años.

Y ¿qué pasa si pincha la burbuja? El socio y economista jefe de Arcano, Ignacio de la Torre, asegura que la explosión podría afectar a todo tipo de activos y no solo a los inversores de deuda porque los bonos a diez años alemán y americano, erróneamente considerados activos fuera de riesgo, se han convertido en uno de los activos con más riesgo del mundo. Y también los más sistémicos. “Si están adulterados puede generar problemas de valoración en el resto de activos”, sostiene.

El pinchazo no solo generaría pérdidas a los propietarios de los bonos, también a otro tipo de activos del mercado financiero

De hecho, los bonos de los gobiernos de otros países se calculan a través de un diferencial con el alemán (en Europa) y los bonos corporativos de las empresas añadiendo un diferencial a la rentabilidad de los bonos de los gobiernos. De forma que si cae el bono alemán, caen los bonos de los gobiernos y también los corporativos. Y cuando las empresas se financian a tipos tan bajos, trasladan su presión a la banca, que se ve forzada a realizar préstamos hipotecarios a tipos históricamente reducidos. Vamos, que afecta a todo.

Uno de los principales problemas es que los bajos tipos no han estimulado la demanda, sino el ahorro. Y cuando suban, los precios de los activos bajarán y habrá mucha oferta y poca demanda. Por eso, si se pincha la valoración del bono a diez años se puede generar una crisis financiera a nivel mundial sin precedentes, que no solo generaría pérdidas a los propietarios de esos bonos (bancos y aseguradoras, sobre todo), sino que las pérdidas se trasladarían al resto del mercado financiero en multitud de activos.

¿Qué puede precipitar el pinchazo de la burbuja? Según Arcano, hay varios motivos. En primer lugar, la subida del precio del petróleo, que impulsará al alza la inflación. Y la inflación subyacente también puede crecer si sigue mejorando el empleo y suben los salarios. Además, el crédito se está recuperando, tanto en Estados Unidos como en Europa, y la inestabilidad financiera está en niveles máximos.

Los bancos centrales están a tiempo de corregir la situación retirando de forma gradual los estímulos, pero cada vez tienen menos margen

Al mismo tiempo, las políticas fiscales empiezan a ser menos restrictivas en algunos países y es posible que tomen el relevo de la política monetaria, que es la que ha mantenido estos años el crecimiento. Y la popularidad de los bancos centrales está bajando considerablemente. “En un entorno de grandes desequilibrios y burbujas múltiples, cualquier evento, por nimio que sea, podría encender ahora la mecha”, sostiene el informe.

Aunque el riesgo está ahí, De la Torre cree que los bancos centrales aún están a tiempo de corregir dicha burbuja. Y considera que pueden hacerlo si deciden retirar de forma gradual sus políticas expansivas calibrando así cualquier movimiento brusco en el bono a diez años. Pero el margen para hacerlo es cada día menor, así que no pueden perder de vista la tarea. “La Historia nos demuestra que hay más aterrizajes forzosos que suaves, y que las burbujas estallan, no se deshinchan”, acaba el informe.

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