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Economía

El Santander se paró durante los últimos seis meses por las negociaciones con Orcel

Logo de Santander en la entrada de la Ciudad Financiera

El Santander, el segundo banco europeo por activos, ha estado trabajando durante los últimos meses con el piloto automático puesto, sin ninguna directriz nueva y esperando a los cambios que, se suponían, iban a llegar con Andrea Orcel. En Boadilla se paró el mundo, prácticamente, por las negociaciones con UBS.

El banco siguió trabajando con la operativa rutinaria pero todas las grandes decisiones se pararon en seco, ya que se suponía que el banco iba a girar hacia otro lado con la llegada del, según han expresado fuentes financieras a este medio, que agregan, con cierto grado de admiración, que el segundo banco europeo haya cometido este error reputacional tan grande. 

El Santander tenía que haber presentado ya su nuevo plan estratégico 2019-2022, que se anunció el pasado 25 de septiembre. Fuentes cercanas al grupo aseguraron en su momento a este medio que no tenía sentido escribir dicho texto sin la presencia de Andrea Orcel, ya que éste es el que tendría que ejecutarlo. 

UBS daban por hecho que el italiano iba a llevarse a gran parte de su equipo al Santander, ya que ese ha sido su forma de operar siempre que ha cambiado de entidad, según fuentes cercanas a la entidad suiza. Esto encajaría dentro del movimiento estructural que el banco parecía que iba a dar, hacia un perfil menos de banca comercial, más tecnológico y, sobre todo, internacional. 

Los motivos para que Orcel no entre en el Santander han sonado a 'escusa' en el sector, que considera que hay más motivos que el dinero para que el italiano no haya desembarcado en el banco. 

Hay algunas fuentes que afirman que el banquero estaba dispuesto a llevar al banco rojo hacia un perfil más de banca de inversión y menos de banca comercial, un movimiento que en el mercado no hubiera gustado en exceso, ya que el Santander ha mostrado que su negocio está en donde han trabajado históricamente. 

UBS iba a cobrar el doble de lo que pagó por Orcel

Andrea Orcel se ha ido revalorizando según han pasado los años. Prueba de ello es que UBS pagó 26 millones de dólares a Merryl por el banquero, la mitad de lo que le reclamaba el banco suizo al Santander, según informa el The New York Times.  

Según la misma información, el Santander acordó con el banquero abonarle cualquier cantidad que UBS no pagara. Los ejecutivos y miembros de la junta directiva de Santander consideraron que el banco suizo pondría la mayor parte de los 50 millones y que la parte del banco rojo sería relativamente pequeñas. UBS, sin embargo, se opuso tras meses de negociación y se lo comunicaron a la entidad española la semana pasada. 

Esta situación dejaba al Santander y al italiano con una dos opciones. Él renunciaba al dinero o Santander pagaba. Finalmente se optó por la tercera vía: cancelar la negociación. 

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