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Economía

La vuelta a los focos de Sánchez-Calero: de defender a Conde en el caso Banesto a presidir Endesa

Juan Sánchez-Calero sustituirá a Borja Prado en la presidencia de Endesa

El nombre de Juan Sánchez-Calero no aparecía en las quinielas sobre quién podía ocupar el puesto de presidente de Endesa que abandonará el próximo mes Borja Prado, tras diez años en el cargo y dos más como consejero de la eléctrica. En esas apuestas aparecían nombres más sonoros, entre ellos, el último expresidente de la CEOE o el actual consejero delegado de la compañía, José Bogas. Sin embargo, si se retrocede algo más de 20 años en la línea del tiempo, pocos nombres aparecían tanto en las páginas financieras como el de Sánchez-Calero. Eso sí, siempre al lado de su cliente más emblemático: Mario Conde.

El prestigioso jurista, catedrático de Derecho Mercantil por la Universidad Complutense de Madrid y toda una referencia para los que se adentran en esta materia, tomó las riendas de la defensa del expresidente de Banesto en el caso que llevó el nombre de la entidad financiera y que terminó dando con los huesos de Conde en prisión, tras ser considerado responsable del agujero financiero detectado en la entidad.

En 1996, Sánchez-Calero asumió la defensa del acusado más célebre del caso tras la renuncia del magistrado Mariano Gómez de Liaño. Su figura apareció en cientos de ocasiones, siempre en segundo plano, oscurecida por la atención que generaba su cliente, durante el tiempo que duró el juicio, uno de los que marcó la actualidad no sólo financiera sino también social de España en aquella época. No era por entonces habitual que un juicio de este tipo reclamara tanta atención.

Lo cierto es que, tras la condena a 10 años de prisión que se recogió en la sentencia de la Audiencia Nacional y el ingreso de Mario Conde en prisión, la figura de Juan Sánchez-Calero salió de los focos, probablemente con la intención de no volver más a ellos. Al menos, en idénticas circunstancias.

Casi veinte años después, su imagen vuelve y volverá el próximo 12 de abril, cuando se oficialice su nombramiento como presidente no ejecutivo de Endesa.

La conexión con Enel 

El paso del tiempo ha hecho que el perfil de Sánchez-Calero se haya ido reduciendo, muy probablemente a la medida de lo que quería Enel para su participada española (de la que controla algo más de un 70%). Una figura con buenas referencias en materia de gobierno corporativo, que sea capaz de ostentar la representatividad oficial de la empresa, al margen de cualquier labor ejecutiva, que recaerá en Bogas.

Eso no quiere decir que los italianos no hayan tenido nada que ver en la elección de Sánchez-Calero, al que conocen sobradamente. Entre sus múltiples relaciones con publicaciones relacionadas con asuntos jurídicos, destaca una con la italiana Rassegna Giuridica dell’Energia Elettrica, una publicación editada en su día por el antiguo monopolio eléctrico en el país transalpino cuyo heredero en la actualidad, con el mercado liberalizado, es Enel, en la que el Estado mantiene una participación en el entorno del 23%.

El relevo de Borja Prado fue justificado por Enel por cuestiones de gobierno corporativo que estaban dispuestos a modificar para adaptar a sus propios códigos. En este sentido, el grupo italiano consideraba que diez eran demasiados años para seguir ejerciendo un cargo que, además, tenía carácter de ejecutivo. Precisamente, esa adaptación será uno de los encargos que recibirá Sánchez-Calero en la compañía. Un desafío nada parecido al que recibió a mediados de la década de los 90.

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