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Economía

Rodrigo Rato, de subidón en el polígono de San Fernando

Rodrigo Rato, en la salida a bolsa de Bankia en julio de 2011.

Cualquiera diría viendo el martes a Rodrigo Rato declarando en el juicio por el caso Bankia que este había llegado a las 9 de la mañana en un furgón policial al edificio de la Audiencia Nacional, situado en un polígono industrial de San Fernando de Henares (Madrid).

El exvicepresidente del Gobierno de José María Aznar, vestido de traje y corbata, acompañado de carpetas y cuadernos de documentación, con mejor aspecto físico incluso que cuando ingresó en prisión el pasado 25 de octubre, declaró ayer durante cerca de cinco horas ante el tribunal que le juzga a él y a otros 33 procesados por la salida a Bolsa de Bankia, en julio de 2011.

Y lo que se vio ayer no fue a un hombre abatido, a un hombre compungido, o dispuesto a pedir excusas y que la pena no sea muy elevada.

"No perdamos más tiempo", llegó a decir Rato a la fiscal durante el interrogatorio

El expresidente de Bankia no era ayer la misma persona que el 16 de abril de 2015 fue introducido en un coche agarrado por la nuca por un agente de Aduanas. O el que minutos antes de entrar en la cárcel de Soto del Real, por las tarjetas black, pidió perdón "a la sociedad y las personas que se hayan podido sentir decepcionadas o afectadas”.

El Rato que declaró ayer ante el tribunal presidido por la juez Ángela Murillo, y que seguirá haciéndolo hoy, era la misma persona que se veía así misma durante los años del boom como el artífice del 'milagro económico español'. 

Argumentaba sus respuestas

Rato no se limitó a responder con monosílabos a las preguntas de la fiscal anticorrupción, Carmen Launa. En todo momento trató de argumentar sus respuestas; se mostró seguro, y también altivo; aludió de memoria a la numeración de determinada página de un informe comentado; y echó mano de los cientos de folios de documentación de los que iba acompañado cuando lo creyó necesario. La juez llegó a recriminar a la fiscal que tardara tanto en formular sus preguntas.

"¿Me permite continuar?", dijo la fiscal. "Se lo permito", contestó Rato

Carmen Launa no logró arrinconar al expresidente del Fondo Monetario Internacional. Aunque tras un breve descanso, Launa fue más incisiva en sus preguntas, Rato logró esquivar las acusaciones o preguntas más incómodas aludiendo siempre a la responsabilidad del Banco de España en la crisis de Bankia. Si la sesión del juicio de ayer hubiese sido un partido, el resultado habría sido: Rodrigo Rato 2-Fiscal 1.

A la media hora de iniciarse la sesión, Rato ya había soltado perlas como que el "Banco de España conocía perfectamente las tripas de la entidad porque tenía a 15 personas allí" o que la fusión de las siete cajas fue una "decisión legal y no empresarial". 

En algunos momentos, pareció incluso que era Rato quien marcaba los tiempos a la fiscal. "No perdamos más tiempo", "no estoy conforme con su diagnóstico" fueron algunos de los comentarios del exministro de Economía a cuestiones planteadas por Launa. "¿Me permite continuar?", preguntó la fiscal a Rato; "se lo permito", respondió.

El expresidente de Bankia ha tenido tiempo para prepararse sus intervenciones en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia. Habrá que esperar al segundo semestre del año para comprobar si también está preparado para asumir, en su caso, la condena.

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