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Economía

La Reserva Federal de EEUU allana el camino al BCE para imponer tipos de interés negativos

Sede del Banco Central Europeo.

La Reserva Federal de Estados Unidos ha puesto la venda antes de la herida. Su decisión de rebajar en un cuarto porcentual los tipos de interés, hasta el 2,25%, es un nuevo síntoma del frenazo económico global que se avecina y, según analistas, allana el camino a una medida inédita para la que el Banco Central Europeo (BCE) lleva un mes preparando su andamiaje: poner los tipos de interés de referencia en negativo, probablemente en el -0,10%. 

Después de tres años con los tipos de interés al 0%, tras la reunión del BCE celebrada el pasado mes de junio, su presidente Mario Draghi abrió la puerta a reducirlos aún más debido al clima económico mundial. "En ausencia de mejoras, de manera que el retorno sostenido de la inflación hacia nuestro objetivo se vea amenazado, habrá un estímulo adicional", inidicó. 

"El hecho de que la Reserva Federal haya dado un paso hacia adelante facilita mucho una decisión que podría causar cierto revuelo dentro del BCE, como es bajar los tipos de interés hasta situarlos en negativo", indica Aitor Méndez, analista de IG. 

Dos posturas enfrentadas

En el seno del BCE, los representantes de los países del sur y de la periferia de la UE, como España, Irlanda, Portugal o Grecia, cuyos ciudadanos tienen un alto porcentaje de dinero en hipotecas y préstamos, son partidarios de mantener políticas laxas como pueden ser la bajada de tipos de interés. Del otro lado, los países de Europa central donde los ahorradores tienen un peso muy importante dentro de sus economías, se muestran contrarios. 

"El BCE siempre ha navegado entre estas dos aguas y le ha costado mucho adoptar medidas para rebajar los tipos de interés. El hecho de que la Reserva Federal haya dado este paso adelante, en un escenario en el que los datos macroeconómicos no justificaba la bajada de los tipos de interés, facilita mucho las discusiones en el seno del Banco Europeo para que ellos también pasen a la acción", añade Méndez. 

La medida se espera que se produzca antes de que concluya el verano, posiblemente en septiembre, y sería la última gran decisión de Draghi antes de dejar su cargo el próximo 31 de octubre

A principios de 2019 el consenso auguraba que el BCE subiría los tipos de interés este año, siguiendo la estela de la Reserva Federal estadounidense, pero ahora los operadores auguran que el banco central acometerá un recorte de 10 puntos básicos en la tasa de interés de referencia, según Bloomberg.

La medida se espera que se produzca antes de que concluya el verano, posiblemente en septiembre, y sería la última gran decisión de Draghi antes de dejar su cargo el próximo 31 de octubre.

Consecuencias para la banca española

Un entorno de bajos tipos de interés en principio afectará negativamente a la banca tradicional, que se verá obligada a reformular sus planes estratégicos. Sabadell y Caixabank ya han reconocido que en el escenario actual sus márgenes van a verse reducidos. Y una imposición de tipos negativos podría tener consecuencias aún peores. 

Otras entidades como Santander o BBVA están menos expuestas debido a que gran parte de sus ganancias provienen de sus negocios en países de fuera de la Unión Europea, como México. No obstante, la pasada semana Santander ya advirtió que trasladará al cliente el impacto que en sus cuentas está teniendo la política de tipos bajos del Banco Central Europeo. Y se planteará "cobrar por las cuentas en el banco", según adelantó José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, en una reunión con analistas.

"Los bancos se están reorientando más ahora hacia las comisiones", indica el analista de IG Aitor Méndez.

La Reserva Federal cede a las presiones Trump

Aunque las razones esgrimidas por la Reserva Federal para rebajar el miércoles los tipos de interés apuntan a "las implicaciones de la evolución mundial del panorama económico, así como la baja presión inflacionista", detrás de la bajada de tipos de Estados Unidos se encuentran meses de presiones por parte de Donald Trump para reforzar a la economía norteamericana y alentar su guerra comercial contra China. 

Los datos macroeconómicos de Estados Unidos por sí solos no justificaban la medida. El dato de empleo es el mejor de los últimos 50 años y la inflación roza el 2%.

Ayer, la Casa Blanca anunció este jueves, solo 24 horas después de la bajada de tipos de la Reserva Federal, una nueva tasa arancelaria del 10% a las importaciones chinas en Estados Unidos por valor de 300.000 millones de dólares y que entrará en vigor el 1 de septiembre. 

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