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Economía

Pensiones, financiación autonómica y otras reformas que quedan en el limbo tras la moción

Mariano Rajoy, presidente de Gobierno.

El cambio de Gobierno puede suponer un duro revés para muchas de las reformas que estaban en marcha y que ahora se pueden frenar en seco con la llegada del Partido Socialista a La Moncloa. La moción de censura del viernes ha supuesto un vuelco con político en el Parlamento que dará más fuerza a la izquierda, pero que también obligará a una mayoría complicada y atípica que será complicado maridar. Además de los 71 diputados de Unidos Podemos, necesita a los 9 de ERC, los 8 del PDCat, los dos de Bildu y al diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. 

Esta complicada 'sopa de letras' puede acabar con muchas de las reformas que estaban ya muy encauzadas, como la de la financiación autonómica, la de las pensiones, la ley hipotecaria, la de la transición energética, la renovación de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) e incluso la adaptación al reglamento general de protección de datos. Todos estos asuntos y muchos otros quedan así enuna especie de limbo hasta que arranque la nueva legislatura sea capaz de echar a rodar, si es que algún día lo consigue.

Lo que sí ha asegurado el ya expresidente Mariano Rajoy antes de de dejar el Gobierno ha sido la sucesión en el Banco de España. El mismo jueves, horas antes de que empezara el debate sobre la moción de censura, Rajoy usó la vía rápida y publicó en el BOE el nombramiento de Pablo Hernández de Cos como nuevo gobernador. Ahora le tocará a Hernández de Cos proponer al subgobernador para que después lo apruebe el Consejo de Ministros.

Pensiones y financiación autonómica

Pero queda mucho pendiente. Y temas muy importantes, como el de las pensiones. El Gobierno se había comprometido a hacer una nueva reforma en 2018 y esperaba recibir las nuevas recomendaciones del Pacto de Toledo antes del verano. Las Comisiones del Congreso siguen trabajando y los portavoces del Pacto dijeron cuatro días antes de la moción que el cambio de Gobierno no alteraría la agenda. Eso sí, el equilibrio de las fuerzas en la Comisión sí ha cambiado con la moción, así que puede que las negociaciones no avancen por los mismos derroteros.

La reforma que sin duda sale más tocada del cambio político es la de la financiación autonómica, un cambio ya de por sí complicado que lleva pendiente desde el año 2015. Y, ahora que los grupos están tan enfrentados, parece que puede ser incluso más difícil. Rajoy ya tenía la propuesta del grupo técnico y se le había enviado a las comunidades y, aunque había muchas diferencias, también había puntos sobre los que trabajar.

Pero todo ha cambiado. El giro de los acontecimientos puede hacer que Cataluña entre de nuevo en las negociaciones, de las que se levantó hace meses. Y no olvidemos que las elecciones autonómicas y municipales están la vuelta de la esquina y que no tendría sentido sentarse a negociar cuando hay tantos votos que reclamar ahí fuera. Casi con toda seguridad, esta reforma volverá a aplazarse sine die.

La nueva Ley Orgánica de Protección de Datos que tantos quebraderos de cabeza está dando a las empresas es otra norma debería aprobarse a finales de este año. El objetivo es alinear el Reglamento General de Protección de Datos europeo aprobado el 25 de mayo a la normativa española. También queda pendiente  la nueva ley de pagos electrónicos, conocida como Payment Services Directive 2, que tenía que transponerse en enero de 2018. De hecho, Bruselas ya ha abierto expediente a España por este motivo.

La ley hipotecaria, la de reordenación de seguros y el banco de pruebas para el sector financiero, también en el aire

En el marco financiero, queda pendiente la nueva ley hipotecaria, que se estaba tramitando actualmente en el Congreso. Uno de los principales cambios que introduce es que eleva hasta nueve cuotas mensuales impagadas o a una cuantía que supere el 2% del capital concedido el requisito para que la entidad financiera pueda iniciar la ejecución del préstamo durante la primera mitad de su vigencia. Durante la segunda mitad, el porcentaje es del 4% o de 12 cuotas mensuales impagadas.

No solo queda pendiente esta norma, también la ley de reordenación de seguros y proyecto de Ley de medidas para la transformación digital de sistemas financieros, el primer 'banco de pruebas' español, en el que las fintech, insurtech, bancos y aseguradoras podrán testear productos financieros. Este marco legal es conocido en el mundo como 'sandbox', que traducido al español sería caja de arena.

En materia de energía, el Gobierno de Rajoy estaba perfilando la Ley de Transición Energética y Cambio Climático para el posterior debate parlamentario, una vez que dispone del informe encargado al comité de expertos. En la elaboración de la norma han trabajado los ministerios de Energía y Agricultura y Medioambiente, que han sostenido numerosas discrepancias en su contenido.

El PSOE no compartía la propuesta de PP y Ciudadanos para dividir la CNMV, así que puede que presente su propia propuesta

El Ejecutivo también estaba preparando el decreto que regulará el cierre de las centrales de producción de energía eléctrica y que endurecerá las condiciones para llevar a cabo este cierre. Una cuestión que ha provocado enfrentamientos entre el gabinete que dirige Álvaro Nadal y las compañías propietarias de las centrales, especialmente Iberdrola, que anunció su intención de clausurar las dos plantas de carbón que aún mantiene en España. 

También queda en el aire la reforma de los organismos supervisores, que el Gobierno había retomado hace apenas dos meses y que incluye la división de la Comisión Nacional de los Mercados (CNMC) y la Competencia en dos organismos: una autoridad de competencia y un supervisor y regulador de mercado. Lo cierto es que los cuatro partidos están a favor de dividir el organismo en dos, pero el PSOE tiene sus reservas con el modelo de PP-Ciudadanos, así que es probable que presente su propia propuesta.

En definitiva son muchos los cambios y las normas en tramitación que a partir de este sábado entran en una especie de limbo porque es imposible saber lo que va a ocurrir con ellas. Algunas seguirán negociándose tal cual están redactadas, otras se retirarán y otras serán reformuladas por el nuevo partido que se ha instado este mismo sábado en La Moncloa. Pero ahí no acabará todo, lo más difícil será conseguir poner de acuerdo a todos sus socios.

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