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Economía

El Grupo PSA implanta el teletrabajo obligatorio en todas sus sedes mundiales

Carlos Tavares implanta el teletrabajo obligatorio en PSA para todas aquellas actividades que no sean procesos de producción.

El coronavirus está cambiando la vida en muchos sentidos, tanto social como laboral. Pero hasta ahora, ninguna gran empresa había dado el paso que acaba de dar el grupo francés PSA instaurando de forma obligatoria el teletrabajo. Una decisión personal de su presidente, Carlos Tavares, que ha decidido que todos los empleados que no estén relacionados con la producción dejen las oficinas y pasen a trabajar desde sus domicilios. Una decisión que no acatarán por igual los más de 240.000 empleados que tiene por todo el mundo, aunque no afectará a todos, pues lógicamente aquellos trabajos relacionados con la producción en las fábricas seguirán en sus puestos.

Y es que la covid-19 va a marcar el futuro laboral de los próximos años en muchos sentidos, a corto plazo con pérdidas de empleo generalizadas pero a medio y largo plazo con una nueva manera de desarrollar la vida laboral. Sólo en España, el grupo PSA tiene una presencia muy relevante con sus tres fábricas de Vigo, Madrid y Zaragoza, en las que producen más de una decena de modelos y que reúne a una plantilla de trabajadores de casi 15.000 personas de forma directa, cifra que supone en torno al 6,5% de su plantilla mundial.

PSA emplea en España a cerca de 15.000 personas.

Pero todos aquellos que no trabajen en los procesos de producción ya han comenzado una nueva etapa que parece que va a ser instaurada como una nueva normalidad, una forma diferente de trabajar para todas las áreas no relacionadas de forma directa con la producción. Desde PSA señalan esta decisión como una nueva época, un proyecto se va a afrontar de forma internacional en todas y cada una de sus marcas, y que afectará por tanto a los empleados de Peugeot, Citroën, DS y Opel.

Aunque desde PSA ya se estudiaba antes de la crisis del coronavirus ir poco a poco instaurar el teletrabajo, la crisis sanitaria y los efectos del confinamiento no han hecho sino acelerar en PSA una decisión que Carlos Tavares tenía ya en mente desde hace tiempo, y que se va a llevar a cabo –se está llevando de hecho ya a la práctica en casi todos los países, España incluida–, y que supone abandonar las instalaciones del grupo que en el caso de España están localizadas en la fábrica de Villaverde (Madrid).

Un día semanal presencial

Un cambio sustancial y que da la vuelta por completo a la forma de trabajar, bien recibida en la mayoría de los casos pero que genera incomodidad en otros, sobre todo en aquellos cuya residencia actual, por dimensiones o por aspectos familiares, resulta difícil establecer como lugar de trabajo. De momento no hay medidas compensatorias para todos los empleados que teletrabajen y que tendrán a partir de ahora un mayor gasto en sus viviendas, aunque PSA estudia ya como hacerlo en el futuro.

Un giro de 180 grados y que implica un importante cambio de mentalidad en la forma de trabajar, hasta tal punto que si hasta ahora había que justificar la ausencia al puesto de trabajo –ya fuera por enfermedad, viaje o reunión–, a partir de ahora los empleados de PSA podrán ir un día a la semana a las oficinas centrales previa justificación del motivo y que este se considere esencial.

Esta nueva realidad del teletrabajo en PSA está diseñada en una reestructuración que tendrá lugar en varias etapas, la primera ya comenzada tras el fin del confinamiento continuando el trabajo a distancia como referencia principal. Durante ese periodo, se ha hecho un completo estudio de toda la experiencia aprendida durante el periodo de confinamiento, incluyendo consultas y encuestas con los empleados.

Las oficinas centrales perderán protagonismo y se redefinirán nuevos espacios de reunión más flexibles para determinadas actividades, así como se reforzará el uso del vídeo para conferencias y otras herramientas de dirección. La fase final podría llegar ya después del verano, y el centro de Poissy así como las instalaciones de Vëlizy, Carrières y Sochaux, todas en Francia, ejercerán de pruebas piloto, aunque se están creando grupos de trabajo en casi todos los países para implantar en cada uno de ellos soluciones más locales.

Los datos de PSA revelan que mientras el número de conexiones simultáneas en los meses anteriores a la pandemia había alcanzado una media de 18.000, durante los meses de confinamiento había soportado más de 38.000 conexiones a la vez. Un trabajo a distancia adoptado por aproximadamente 18.000 empleados bien de forma regular u ocasionalmente con resultado de más de tres millones de horas de trabajo a distancia y casi medio millón de traslados ahorrados.

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