Opel vuelve a confiar en la planta de Zaragoza para la fabricación del nuevo Opel Crossland que ya ha iniciado su producción en serie, cumpliendo así con el programa de lanzamiento a pesar de la pandemia. El nuevo SUV ha empezado a producirse en exclusiva mundial, un lanzamiento industrial en el que la factoría "ha demostrado nuevamente su capacidad de adaptación a la nueva realidad", según la empresa.
Esta producción en serie del nuevo Crossland comienza antes de acabar el año y con la máxima calidad en un modelo que se enmarca en los SUV del segmento B, en el que adopta el nuevo frontal que va a ser seña de identidad de la marca e incorpora las funciones de ayuda a la conducción más avanzadas. Pedro Lazarino, director de Opel para España y Portugal, ha comentado la importancia de este modelo para Figueruelas, toda vez que a este SUV compacto están asociados más de 1.000 empleos directos.
De este modelo se han vendido más de 300.000 unidades, lo que es "un éxito de ventas tanto en España como en otros países del mundo". "Tenemos que estar especialmente orgullosos de producir este modelo 'Made in Spain' que demuestra la capacidad productiva, en cantidad y en calidad, de nuestras fábricas en España", ha dicho Lazarino.
Con el comienzo de la producción se cumple el programa previsto de lanzamiento a pesar de la pandemia. "Sin duda, una prueba más de que Zaragoza se crece ante las dificultades y sabe adaptarse con eficiencia y agilidad", ha afirmado Juan Muñoz Codina, director del Clúster Ibérico y de la planta de Zaragoza, quien ha felicitado a la plantilla por hacerlo posible.
El Opel Crossland, fabricado en exclusiva en Zaragoza desde 2017 fue el primer coche fruto de la colaboración de Opel y Groupe PSA y tal y como ha recordado su director industrial "supone un impulso muy importante en la actividad productiva y en el empleo tanto de la factoría como de todo el tejido de empresas externas colaboradoras". Para el gerente de Lanzamiento, Mariano Aparicio, este nuevo Opel Crossland en 2020 ha supuesto "todo un reto de superación y adaptación de un lanzamiento industrial a la nueva realidad".
"Gracias a la digitalización, la creatividad y a una mayor autonomía del equipo local hemos logrado superar restricciones de movilidad de expertos externos y modificar nuestra forma habitual de trabajo en un lanzamiento", ha recalcado.
La planta de motores Ford, a pleno rendimiento
Por su parte, la planta de motores de Ford en Almussafes está ya preparada para comenzar la producción de un nuevo motor de gasolina destinado al potente mercado norteamericano. Para ello, la dirección de Ford Almussafes y el sindicato UGT han acordado doce sábados de producción (seis por turno) en la planta durante el primer cuatrimestre del año para compensar los días de paralización necesarios para acondicionar este departamento de cara a la producción del motor GDI.
Estas jornadas se considerarán dentro de la distribución irregular de hasta un 10% de las jornadas anuales de trabajo con el fin de hacer frente a situaciones de este tipo, lo que ha motivado la posición contraria del resto de sindicatos de la planta, que pedían que fueran voluntarios, en una reunión celebrada esta semana.
El STM, segundo sindicato en representación en la factoría -donde UGT es mayoritario- considera "injustificable que se imponga una medida tan agresiva a una plantilla que siempre ha respondido y cumplido de manera impecable"; CCOO y CGT también han votado en contra. Y es que la planta de motores tiene que hacer modificaciones en las líneas de fabricación para producir el motor GDI, adjudicado a la factoría, lo que requerirá la paralización de la producción con carácter general entre el 25 de marzo y el 1 de abril de 2021.
Para compensar esa paralización, se han programado los sábados de producción entre enero y abril y no será necesario acudir a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas técnicas.
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