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Economía

PP y Ciudadanos evitarán en el Senado que Sánchez eleve el déficit en 6.000 millones

Albert Rivera y Pablo Casado, líderes de Ciudadanos y el Partido Popular, respectivamente.

El Partido Popular y Ciudadanos impedirán con su mayoría en el Senado que Pedro Sánchez apruebe la senda de estabilidad presupuestaria que conlleva un objetivo de déficit público del 1,8% del PIB para 2019, cinco décimas superior a la del 1,3% a la que se comprometió el Gobierno anterior, lo que supondría la posibilidad de gastar 6.000 millones de euros más el próximo año.

Esta cantidad se repartiría a razón de 2.400 millones para las comunidades autónomas, 2.400 para la Seguridad Social y 1.200 para la Administración Central.

Pero estos dos partidos solo tendrán que activar su mayoría para aplacar la senda del 1,8% en caso de que Sánchez consiga este jueves aprobarla en el Congreso de los Diputados, a donde acude por segunda vez (después de que en julio presentara estas mismas cifras en el hemiciclo y no fueran ratificadas).

Sin embargo, ahora parece que el Ejecutivo podría sacarlas adelante en esa Cámara con el apoyo de los partidos que invistieron a Sánchez en la moción de censura: Unidos Podemos, ERC, PNV y PDeCAT, por lo que la intervención del PP y Ciudadanos en el Senado sería decisiva para evitar ese incremento abultado del déficit.

Todo apunta a que si hoy el PSOE consigue luz verde, la votación en la Cámara Alta se producirá el día 27 de diciembre y Ciudadanos ha confirmado a Vozpópuli que tanto su voto como el de los populares seguirá siendo negativo. 

¿Por qué oponerse?

Aunque el presidente del Gobierno acusa a estas formaciones políticas de oponerse sólo para torpedear sus políticas, Ciudadanos argumenta que sería "factible" que España se ajustase al déficit del 1,3% del PIB en 2019 si se aplicaran las medidas adecuadas y se evita la "laxitud" en la que ha caído Sánchez.

Además, consideran que apoyar la senda del 1,8% "supondría abrir la puerta" al plan presupuestario del Gobierno, lo que implica fomentar "subidas de impuestos y cotizaciones", con las que el partido de Albert Rivera no está de acuerdo, según señalan fuentes del grupo.

Otra de las razones de peso que les llevan a no apoyarla son las "sospechas" de Bruselas en cuanto a que las previsiones de gastos e ingresos de Sánchez no encajan. 

Pero, más allá de esto, aluden a una cuestión de sentido común: si se opusieron en julio y Sánchez no ha cambiado su propuesta en ni una sola décima, no hay motivos para apoyarla ahora. 

Sánchez podría haber buscado una solución a medio camino entre el 1,3% y el 1,8% en vez de traer la misma propuesta cinco meses después

En el más que probable caso de que el Gobierno no consiga aprobar la nueva senda de déficit, el Ministerio de Hacienda deberá presentar un nuevo plan presupuestario que contemple un déficit del 1,3% del PIB, algo que podrá conseguir reduciendo el gasto previsto o bien incrementando aún más la recaudación vía subidas de impuestos. La fecha prevista para que esto suceda sería mediados de enero. 

Incluso si se fija el déficit del 1,8%, este podría ser difícil de cumplir con las cuentas actuales del Gobierno, según ha alertado la Comisión Europea y la propia Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que estima que el déficit podría cerrar el próximo año con una décima más, en el 1,9%. 

Al vetar esta propuesta, el Partido Popular perjudica indirectamente a todas las comunidades autónomas, entre las que se incluyen las cinco en las que gobierna y que, como el resto, celebrarán elecciones en mayo, con lo que perderían la oportunidad de incrementar su gasto y desviar su déficit hasta dos décimas más de PIB.

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