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Economía

El 'pataleo' arancelario de Trump se salda con una ola de gas estadounidense a Europa

El presidente de EE.UU., Donald Trump, en una foto de archivo.

Las presiones arancelarias de la Administración Trump sobre Europa surten efectos ya notables en el mercado de uno de los principales recursos naturales: el gas.

La primera gran 'tregua' firmada el pasado 25 de julio entre el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y el mandatario estadounidense incluía el compromiso de que "se fortaleciera la cooperación estratégica" entre ambos en una materia en la que la UE dependía hasta ahora de países como Catar, Nigeria y Rusia. "La Unión Europea quiere importar más gas natural licuado (GNL) de los Estados Unidos para diversificar su suministro de energía", enunciaba el 'statement conjunto' firmado a punta de una espiral de amenazas arancelarias iniciada por la Casa Blanca alrededor del acero y el aluminio.

El GNL estadounidense ha pasado de suponer un 2% de las importaciones europeas al 13% en 9 meses

Nueve meses después, el efecto salta a la vista: las importaciones europeas del gas que vende EE.UU. han crecido un 272%. Así lo informa ahora la Comisión Europea, deseosa de una mayor diversidad energética - en el conjunto del gas natural, tiene una dependencia de alrededor del 50% respecto a Rusia -, y también de demostrar a Trump que la cercanía puede ser beneficiosa para ambos.

El crecimiento del gas norteamericano es todavía más llamativo si se tiene en cuenta el peso que tenía antes del pacto. El estadounidense representaba entonces poco más del 2% del GNL que importaba Europa; ahora, la cuota supera el 13%, lo que equivale a unos 4,6 billones de metros cúbicos.  

El tercer suministrador de GNL

Fuentes comunitarias detallan a Vozpópuli que EE.UU. se ha convertido ya en el tercer mayor suministrador de gas natural licuado al Viejo Continente, solo por detrás de Catar (24%) y Rusia (21%). Nigeria (12,7%) y Argelia (9,9%) completan ahora el top cinco de suministros de la alternativa considerada más económica para el gas procedente de reservas remotas.

Hace un año, los cataríes tenían un peso cercano al 40% que se ha visto atenuado por el crecimiento de los importaciones de gas ruso y estadounidense, siendo sobre todo meteórico el ascenso de este último, insisten desde Bruselas. La expectativa europea es que las importaciones de GNL estadounidense se dupliquen en los próximos dos años.

"La seguridad energética es una de las historias de éxito clave de nuestra cooperación transatlántica y una en la que ambos tenemos un gran interés mutuo. Por lo tanto, nuestro objetivo común es profundizar aún más nuestra cooperación energética. El gas natural seguirá siendo un componente importante de la combinación energética de la UE en un futuro próximo a medida que avancemos hacia fuentes de energía más limpias. Dada nuestra gran dependencia de las importaciones, el gas natural licuado de EE. UU., si tiene un precio competitivo, podría desempeñar un papel estratégico y creciente en el suministro de gas de la UE", apuntó el comisario europeo de Energía y Cambio Climático, Miguel Arias Cañete, con motivo del primer foro empresarial de gas licuado entre EE.UU. y la UE esta semana. En el mismo foro, el secretario de Estado estadounidense de Energía, Rick Perry, aseguró que el gas licuado estadounidense será más caro que el ruso porque es "más fiable". 

El GNL, en España

Atendiendo a datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), el peso del gas natural licuado en España ha crecido un 14% en la comparación interanual entre febrero de 2019 (los últimos datos disponibles) y febrero de 2018. Respecto al total del gas en nuestro país, el GNL representa alrededor de un 42%, una cifra que corroboran también desde la asociación española del gas SEDIGAS

El peso del GNL estadounidense está todavía lejos del de los países africanos (Nigeria y Argelia), Catar, Perú, Trinidad y Tobago, y Rusia. Aún así, según Cores, se advierte una reciente tendencia al alza del gas norteamericano en la Península, con un crecimiento del 6% hasta febrero. 

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