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Economía

Los partidos tendrán que gastar la mitad en campaña si hay 'superdomingo'

Urna electoral

Los partidos políticos están a la espera de saber si Pedro Sánchez decide adelantar la convocatoria de elecciones generales y, si lo hace, de ver si coinciden con los comicios autonómicos, municipales y al Parlamento Europeo que se celebran el domingo 26 de mayo, una posibilidad que para ellos sería menos rentable.

¿Por qué un 'superdomingo' perjudicaría su bolsillo? La razón se encuentra en la Ley del Régimen Electoral General, que estipula una serie de límites para el gasto máximo que puede hacer cada partido político cuando se presenta a unas elecciones y fija unas condiciones especiales para cuando coincide más de una convocatoria.

Si hay más de una cita electoral en la misma fecha -como ocurrirá en mayo, porque el mismo día se vota la composición del Parlamento Europeo, de las comunidades y de los ayuntamientos-, los partidos no tendrán tres límites de gasto distintos a los que poder acogerse (gastar un máximo por cada elección), sino que deberán elegir el más alto de los tres y elevarlo en el 0,25% del límite estipulado para las elecciones generales. 

"En el supuesto de coincidencia de dos o más elecciones por sufragio universal directo, los partidos, federaciones, coaliciones y agrupaciones de electores concurrentes no podrán realizar gastos electorales suplementarios en cuantía superior en un 25 por 100 de los máximos permitidos para las elecciones a Cortes Generales", señala el artículo 131.2 de esta Ley. 

En esta ocasión, por tanto, contarán con un presupuesto del 100% por las elecciones autonómicas, al que deberán sumarle un 25% por el hecho de concurrir a la vez a las municipales y las europeas, con lo que el presupuesto total se quedará en un 125%. 

El mismo presupuesto para cuatro elecciones

Los partidos tendrán ese límite de gasto y, una vez celebradas las elecciones, el Estado les subvencionará en función de sus resultados, teniendo en cuenta tanto el número de votos que han recabado como el número de escaños obtenidos en la cámara correspondiente. 

Si las elecciones generales se celebran en una fecha distinta al domingo 26 de mayo, por ejemplo en abril, los partidos tendrán en esa convocatoria un límite para gastar en esa campaña y, dado que no coincidirá con ninguna otra cita electoral, podrán gastar el 100% hasta ese máximo. Un mes después, en mayo, se someterían al gasto máximo para esa segunda cita electoral.

"Podrán chupar de dos botes distintos", ilustra de forma coloquial Massimo Cermelli, profesor de Deusto Business School

¿Qué ocurrirá si coinciden también las generales? En ese caso se aplicará directamente el ya mencionado artículo 131.2: los partidos tendrán que escoger el límite de gasto más alto (que será el correspondiente a las generales), incrementarlo en un 0,25% y utilizar ese tope de gasto para sufragar las cuatro campañas.

"Si suponemos que coinciden también ese días las elecciones generales, los partidos elegirían el tope de las generales, que es el más alto, siempre que se presenten a todas las convocatorias", precisa a Vozpópuli María Garrote de Marcos, profesora contratada doctora del departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid. 

Contarían por tanto con la mitad del presupuesto (en vez de 225% -100% de las generales + 125% de las autonómicas, municipales y europeas-, sólo tendrían ese 125%).

Esta experta explica que para las elecciones a las Cortes Generales, el límite de los gastos electorales para cada partido será el que resulte de multiplicar por 0,37 euros el número de habitantes de las circunscripciones donde presente su candidatura. 

Ese límite es menor en el caso de las elecciones municipales (0,11 euros por habitante) y en las del Parlamento Europeo (0,19 €), mientras que el límite de las autonómicas se estipula en cada comunidad.

El Estado se lo reintegra con subvenciones

Utilizar el límite más alto permite a los partidos hacer un mayor gasto electoral, que luego ven compensado con las subvenciones que reciben del Estado. 

En el caso de las elecciones generales, los partidos reciben 21.167,64 euros por cada escaño obtenido en el Congreso de los Diputados o en el Senado y, aparte, les devuelven "0,81 euros por cada uno de los votos conseguidos por cada candidatura al Congreso" siempre que se haya conseguido algún escaño, y 0,32 euros por los votos de los senadores con escaño.

El Estado también subvenciona los gastos por enviar sobres y papeletas así como la propaganda y publicidad electoral. En concreto, reciben 0,18 euros por elector de las circunscripciones en las que se presenten -siempre que consigan formar grupo parlamentario-.   

El hecho de juntar en un mismo día la celebración de todas las elecciones supondría un ahorro para el Estado, tanto en subvenciones, como en logística, recursos humanos, gastos de correos y telecomunicaciones. 

Cermelli, de Deusto Business School, explica a Vozpópuli que del gasto total de celebrar unas elecciones -que suele oscilar entre 130 y 160 millones de euros-, un 42% recae en las Administraciones Públicas, un 38% en Correos, 10% en telecomunicaciones y 9,6% en logística.

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