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Economía

El Estado no pone veto a un nuevo competidor en la fusión de Bankia

Fusión de Caixabank y Bankia

El Estado no impondrá un veto a la posibilidad de que una entidad competidora presente una oferta mejorada por Bankia. Y Caixabank no podrá incluir una cláusula de indemnización en el caso de que la fusión anunciada no fuera culminada.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores "no permitiría una cláusula de ese tipo", han explicado a este diario fuentes cercanas al Ejecutivo. Además, añaden, el Frob -primer accionista de Bankia a través de BFA Tenedora de Acciones- siempre verá con buenos ojos la presentación de una oferta competidora que mejore la ecuación de canje propuesta por Caixabank.

La postura del Gobierno no ha cambiado, pues lo que se busca con esta operación es "maximizar el valor de la participación en Bankia y preservar la estabilidad financiera", señalan.

El mercado da por buena una horquilla de entre el 25% y el 27% para Bankia y del 75% y el 73% para Caixabank de la entidad resultante

El Estado ha aprovechado hasta el último momento para mejorar la prima y  el correspondiente peso de Bankia en la nueva entidad resultante. 

Las negociaciones se tensaron hasta tal punto que el propio Banco Central Europeo (BCE) accedió a darle una 'ventaja' a Criteria para aumentar su participación por encima del 40% en la actual Caixabank para que en el momento de la ecuación de canje, ésta no se diluya por debajo del 30% y así no perder los incentivos fiscales de los que goza. 

Caixabank ofreció una prima al comienzo de las negociaciones que Bankia aceptó y dio paso al proceso de 'due dilligence'. Pero la eventual subida del precio de la acción hizo que el Estado, a través del Frob, pidiera más.  

Reunión de los consejos

Los consejos de administración de Bankia y Caixabank se reunirán esta tarde para aprobar la fusión de ambas entidades, que creará un gigante en España con más de 650.000 millones en activos

La marca Caixabank se impondrá como ha sucedido con las últimas compras

Las negociaciones de los últimos días también han servido para reforzar la idea inicial de que el domicilio social del nuevo grupo esté en Valencia, aunque mantenga sedes operativas en Barcelona y Madrid, y la marca Caixabank se impondrá como ha sucedido con las últimas compras llevadas a cabo por la entidad.

Las reuniones de los consejos se harán de forma telemática y tendrán lugar por la tarde. La ecuación de canje no ha trascendido, pero el mercado da por buena una horquilla de entre el 25% y el 27% para Bankia y del 75% y el 73% para el banco que preside Jordi Gual. 

El nuevo banco tendrá 15 consejeros

El consejo de administración del grupo resultante tendrá 15 miembros, de los que diez serán independientes, con lo que, como sucede en Bankia, se cumplen las recomendaciones de buen gobierno de que la mayoría de los miembros sean ajenos a la entidad.

En representación de los principales accionistas del nuevo banco habrá tres consejeros más, en este caso dominicales, de los cuales uno defenderá directamente los intereses del Estado y otros dos, los de la Fundación la Caixa, a través de CriteriaCaixa.

El resto del consejo lo formarán los dos consejeros ejecutivos: el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que pasarán a ocupar los mismos cargos en el nuevo grupo.

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