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Economía

La pública Mercasa vendió su negocio internacional al ser investigada en una operación opaca

Agentes de la Guardia Civil en la entrada de Mercasa, el 19 de abril de 2017.

Mercasa se deshizo de su negocio internacional al iniciarse las investigaciones sobre presuntas prácticas corruptas de la compañía pública española en otros países. Lo hizo en una operación opaca que no ha podido ser fiscalizada por el Tribunal de Cuentas.

La empresa que gestiona los mercados de abastos españoles (Mercamadrid, Mercabarna...) está siendo investigada en la Audiencia Nacional después de que estallara el escándalo de las presuntas comisiones ilegales que habría pagado en Angola, un caso que desveló Vozpópuli en noviembre de 2016.

La compañía participada por la Sepi y el Ministerio de Agricultura creó en el año 2002 el consorcio Mercasa Incatema (CMIC), en el que la sociedad privada Incatema Consulting poseía el 50% del capital. La sociedad se creó para la edificación de mercados de abastos en el extranjero.

Fuentes cercanas a Mercasa creen que el precio de 1,25 millones declarado en la venta de CMIC es llamativamente bajo

Tras saltar el escándalo de las comisiones en Angola, Mercasa valoró desde principios de 2017 la venta de su participación en CMIC, operación que finalmente acometió en septiembre de ese mismo año. Pero de esa venta poco se ha sabido hasta ahora.

El Tribunal de Cuentas publicó este miércoles el informe de fiscalización de las cuentas de Mercasa de los años 2017 y 2018.

Sobre la venta de la participación en CMIC, el organismo advierte que únicamente "ha sido posible verificar la formalización de la venta y el cobro por Mercasa del precio pactado", pero que no ha sido posible "comprobar que dicho precio se correspondía con el 50% del valor del patrimonio neto de CMIC a la fecha de la venta".

Mercasa dice que solo ha podido encontrar sobre la venta de CMIC la documentación que se dio a la Sepi para autorizar la operación

El Tribunal de Cuentas tampoco ha podido verificar que el "criterio aplicado para fijar el precio fue el más adecuado", al no haberse aprobado a esa fecha las cuentas anuales para el ejercicio 2016, "ni disponer Mercasa de otra documentación que permitiera realizar dichas verificaciones".

Venta por 1,25 millones

De acuerdo al informe del Tribunal de Cuentas, en la reunión del Consejo de Administración de Mercasa celebrada el 28 de septiembre de 2017, el presidente expuso que se habían mantenido contactos con los representantes de la filial y del otro socio de CMIC que habían resultado infructuosos y que la solicitud de celebración de una Junta General Universal no había sido atendida.

En consecuencia, propuso al Consejo de Administración de Mercasa, como opción más adecuada, la enajenación de la participación en el capital social de CMIC. El Tribunal de Cuentas llama la atención sobre el hecho de que Mercasa había dado instrucciones a los administradores mancomunados de que no formulasen las cuentas anuales de 2016.

El 5 de octubre de 2017 se elevó a escritura pública la transmisión de las participaciones sociales de Mercasa en CMIC por un precio de 1,25 millones de euros, registrando contablemente Mercasa un beneficio de 273.480 euros, al tener valorada en libros en 976.520 euros la inversión efectuada en el capital social de CMIC.

Fuentes cercanas a Mercasa consultadas por este diario consideran que el precio pactado de 1,25 millones es llamativamente bajo. "Sería un regalo", indican. "La ministra García Tejerina dio orden de que se vendiera esa participación; pero el precio es muy inferior al valor de todo el know how traspasado a Incatema", añaden.

Mercasa ha respondido al informe del Tribunal de Cuentas diciendo que sobre la venta de su participación en Mercasa Incatema solo ha podido recabarse de la Sepi "el documento que se presentó en el consejo de administración de Sepi de fecha 29-09-17 para autorizar la operación".

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