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Los inversores extranjeros compran deuda española por primera vez en nueve meses

Panel de la Bolsa de Madrid con las primas de riesgo.

El mercado lleva meses esperando una intervención del BCE en el mercado de deuda. El 6 de septiembre la autoridad monetaria lanzó un nuevo plan de compras (OMT en sus siglas en inglés) mediante el cual adquirirá deuda en plazos cortos, hasta tres años, siempre y cuando el país interesado solicite ayuda a sus socios comunitarios. España, de momento, no mueve ficha pero la simple expectativa, unida a la confianza generada por los recortes y reformas aplicadas por el Gobierno, han servido para animar a los extranjeros a adquirir deuda española por primera vez en nueve meses. Una tendencia compradora que lleva semanas facilitando la labor del Tesoro en las subastas de deuda y que ya empieza a reflejarse en las estadísticas oficiales.

Los inversores extranjeros incrementaron su cartera de deuda registrada en 18.402 millones de euros en septiembre hasta situarla en los 210.238 millones, según los últimos datos del Tesoro. Los no residentes llevaban meses huyendo del riesgo España y las ventas de bonos españoles habían sido una constante desde noviembre de 2011. Pese a la luz que arrojan los datos, la cartera de deuda en manos de inversores extranjeros sigue lejos del máximo de 309.892 millones que alcanzó en septiembre del pasado ejercicio. En el año, además, han vendido unos 71.200 millones. Con todo, las compras millonarias de septiembre han provocado que los no residentes vuelvan a convertirse en los principales tenedores de deuda española con el 35,4% del total, seguidos de cerca por las entidades de crédito españolas (32,35%).   

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha reconocido esta misma semana que los inversores extranjeros empiezan a comprar deuda española, algo que las cifras de septiembre ya reflejan, lo que hace prever que en octubre se mantenga o mejore la misma tendencia. Grandes inversores institucionales como Pimco han reconocido públicamente su interés en la deuda española, precisamente por el programa de compras del BCE, pero está por ver si el interés de los extranjeros se consolida puesto que ya hay firmas como ING o RBS que aconsejan prudencia a sus clientes tras el buen comportamiento de la deuda española en las últimas semanas.  

De momento, las menores rentabilidades que ofrece los bonos a día de hoy respecto a los niveles de verano no han mermado el apetito extranjero. De hecho, la mayor presencia de los no residentes en las subastas del Tesoro ha permitido también que los bancos españoles redujeran las compras de deuda. En septiembre las entidades de crédito han vendido 3.052 millones de euros, lo que rompe la tendencia compradora reciente. La última vez que redujeron su exposición a la deuda española fue en abril.

Las subastas millonarias de deuda realizadas por el BCE en diciembre del pasado ejercicio y en febrero de este año, operaciones que le llevaron a prestar más de un billón de euros al sector financiero europeo, provocaron que muchas entidades españolas utilizaran esos créditos obtenidos al 1% a tres años para comprar deuda pública española a rentabilidades superiores. Un jugoso negocio en un momento complejo para el negocio bancario. Esta operativa, conocida como carry trade en inglés, ha llevado a los bancos españoles a tomar protagonismo en las subastas del Estado y convertirse así en su principal financiador. En agosto la exposición de la banca española a la deuda del Estado alcanzó un máximo de 195.203 millones de euros, mes en el que se convirtieron en el principal acreedor del Estado. Un puesto que ahora retoman los inversores extranjeros.

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