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Economía

El mercado secundario huye de los bonos autonómicos y sobre todo de los valencianos

El ministro de Economía, Luis de Guindos, junto al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Fabra

"Ahora mismo la cosa está muy tranquila, porque no hay mercado. En títulos de deuda con vencimiento a tres o cuatro años la Comunidad Valenciana es la que más cara se paga (con más de un 8%), seguida de Andalucía con el 6% y Cataluña con el 5,9%, todo ello para vencimientos en 2015 y 2016. Es decir, hasta tres puntos de diferencia con el bono español.

Quien habla es un broker de una conocida gestora de fondos madrileña que reitera algo conocido: que no hay mercado para los títulos de deuda autonómicos desde hace mucho tiempo. "Tan sólo compran hedge funds que se la juegan y no les importa una espera". Se duda mucho de la capacidad de Valencia, Barcelona o Sevilla para poder devolver los títulos de deuda de aquí a unos años, y se juega con la posibilidad de que haya, si no quitas estrictas, cambios o esperas. "Lo más probable es que si compras un bono valenciano al 8,5% te lo canjeen por otro bono o por un futuro bono hispánico. Por lo que si quieres deshacerte de él hay que ir al mercado y allí ya estás vendido".

Otro miembro del mercado, que no quiere identificarse, asegura que tan sólo adquiere deuda autonómica en contadas ocasiones, especialmente porque "en caso de que hubiera algún problema con alguna autonomía nuestro nombre saldría vinculado a ella y eso nos daría muy mala prensa".

"Yo no compraría"

Juan Pedro Zamora, de la firma XTB, asegura que "yo no compraría bonos autonómicos, porque no están garantizados por el Estado a diferencia de los bonos del Tesoro y podría pasar que se vieran impagos. Ni siquiera si quisiese invertir en riesgo, porque una deuda con diferenciales tan altos si sale bien se gana, pero puede haber dificultad en venderlos en el mercado secundario y podemos tener un riesgo del 100% del capital". Zamora destaca que "Valencia o Cataluña son autonomías quebradas".

Está claro que lo que hace seis o siete años era un vergel ahora es un desierto, pues la propia deuda española sólo se sostiene por las inyecciones del BCE. "Si yo tuviese que liquidar esos bonos sería difícil de liquidarlos por encima del 70%, con lo que perdería un 30% del valor nominal", asegura otro experto del mercado.

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