El consejo de El Corte Inglés nombra presidenta a Marta Álvarez

El consejo de administración de El Corte Inglés han confirmado todos los presagios. Marta Álvarez Guil, heredera de Isidoro Álvarez, se convierte en la nueva presidenta de la cadena de grandes almacenes en sustitución de Jesús Nuño de la Rosa. El consejo también ha decidido que el expresidente pase a compartir de nuevo el puesto de consejero delegado con Víctor del Pozo y la presidencia de las filiales. 

Con este nombramiento, Marta Álvarez se convierte en la sexta presidenta de El Corte Inglés y en la primera mujer que lidera el gigante del triángulo verde. Esta decisión ha sido adoptada por la compañía para volver al formato habitual de la compañía: presidencia para la propiedad y el cargo de consejero delegado para directivos de la compañía. 

Un formato que no sólo se ha incumplido con el último presidente. Jesús Nuño de la Rosa fue nombrado presidente hace un año, en medio de una batalla interna entre las hijastras de Isidoro Álvarez (Marta y Cristina Álvarez) con su primo y expresidente de la firma, Dimas Gimeno. El principal mandato de Nuño de la Rosa era, además de enfriar los ánimos, reducir la deuda a través de la venta de activos y la eficiencia de la gestión.

La era de Marta Álvarez al frente de El Corte Inglés empieza este mismo miércoles, aunque aún deberá contar con la aprobación de la junta de accionistas del próximo 25 de agosto. La nueva presidenta representa como nadie al capital. La futura mandataria es, actualmente, consejera y principal accionista, junto con su hermana Cristina, de El Corte Inglés. Marta y Cristina son dueñas del 69% de Cartera de Valores IASA (Isidoro Álvarez S.A.), accionista del grupo con un 22% del capital y dominan la Fundación Ramón Areces, que es dueña de otro 37% del grupo. 

Futuro de El Corte Inglés

Entre los principales retos de la hijastra de Isidoro Álvarez estará el de regenerar el negocio tradicional de la compañía, los grandes almacenes, que no lograr remontar el vuelo tras la crisis. Por otro lado, la época de Jesús Nuño de la Rosa le deja pendiente el mandato de adelgazar su gran deuda con un ambicioso plan de desinversiones.