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Economía

Luces y sombras de la CNMV en la muerte y autopsia de Banco Popular

Sede de la CNMV, en Madrid.

Un informe de la CNMV ha revolucionado la investigación judicial de Banco Popular. El supervisor ve posibles irregularidades "intencionadas" del antiguo equipo de Ángel Ron, como destapó este medio. No solo eso, sino que deja en una situación complicada a PwC y a Santander por la contabilidad de Popular.

Se trata de una autopsia en la que la CNMV no deja títere con cabeza: insinúa que la muerte del Popular no fue casual y que merece una investigación a fondo, incluso con informes adicionales de mano de nuevas auditoras. Esta contundencia ha generado críticas en el sector porque el médico forense sea el mismo que le trató las dolencias en los últimos años. Al menos uno de ellos, ya que el médico de cabecera era el Banco de España y su farmacéutico el auditor.

Hay dos focos que generan dudas. La principal es la financiación de acciones durante la ampliación de capital de 2016. El supervisor, entonces presidido por Elvira Rodríguez, anunció que seguiría de cerca la colocación.

La investigación clave

La CNMV pidió documentación a algunos denunciantes que se acercaron al supervisor y también a la entidad. En ambos casos no tuvo pruebas para ir más allá en la investigación, a pesar de que era un secreto a voces que se estaba financiando la operación. Mentir a un supervisor, como hizo entonces Popular, acarrea responsabilidades incluso personales.

Quizás por ello desde la entidad financiera decidieron ser más transparentes y dar información a la CNMV, algo que llegó posteriormente a Emilio Saracho dentro de una auditoría interna. Fue este cúmulo de circunstancias lo que hizo que se analizara la financiación de acciones a fondo. Pero fue diez meses después de la ampliación, lo que arroja dudas sobre si hay que dar más poderes preventivos a los supervisores en este tipo de operaciones. La financiación para la compra de acciones no es ilegal, pero no debe computar como capital.

Los supervisores no fueron capaces de detectar a tiempo la financiación de acciones de la ampliación de Popular, a pesar de que era un secreto a voces

Otro de los interrogantes es por qué el supervisor, bajo la presidencia de Rodríguez, no incluyó las ampliaciones dentro de las colocaciones bancarias que pueden ser objeto de requisitos más estrictos. La centró en emisiones de deuda en lugar de la renta variable, que exigen al menos dos valoraciones de terceros. Una ocasión perdida que podría haber detectado irregularidades en la ampliación del Popular.

Las críticas al informe de la CNMV reflejan el daño que ha hecho en determinados ámbitos. El documento da a entender que podría haberse reformulado las cuentas de Popular de 2016 y pone en cuestión las del primer semestre de 2017, firmadas por directivos de Santander. Fuentes financieras señalan que ni con los ajustes que propone el informe del supervisor hubiera hecho falta reformular, ya que no traspasa la materialidad del 5% de los fondos propios. Y destacan que los mismos directivos autores del informe estuvieron en las negociaciones de abril de 2017 con Popular y sus asesores –PwC y Uría- a este respecto, dando el visto bueno a la re-expresión.

Ana Botín, presidenta de Santander.

En Santander, el informe ha caído como un jarro de agua fría. La entidad está tratando de minimizar los riesgos legales, y esto da munición a los miles de afectados están preparando demandas.

A esto se suma la crítica habitual a la CNMV por no prohibir las posiciones cortas en el caso de Banco Popular, a pesar de que se mantuvieron, con altibajos, en el 12%. Desde el supervisor explicaron que los bajistas no provocaron las caídas, porque se mantuvieron estables. Y que fue la venta de accionistas estables lo que provocó el desplome.

Otra realidad es que el informe ha desviado la atención sobre el supervisor que está más pegado a los bancos y que vigilaba el gran talón de Aquiles de Popular -las provisiones-, el Banco de España. Queda mucha investigación y habrá tiempo de analizar bien la autopsia para explicar los motivos de la muerte. Y, como ocurrió con el caso Bankia, también habrá que analizar si hubo negligencia médica.

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