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Economía

Casa Patas, Marula, Zalacaín… la larga lista de negocios que no han sobrevivido a la pandemia

Local en el que se encontraba el restaurante St. James y sobre el que ahora cuelga un cartel de 'disponible'.

"Hemos tomado una de las decisiones más difíciles para nosotros. Hemos decidido poner fin a nuestro proyecto definitivamente". Este en concreto es el mensaje de despedida de la conocida pastelería madrileña Mamá Framboise que en junio de este año y después de diez años decidió cerrar sus locales definitivamente por la pandemia, pero podría tratarse de la de cientos de negocios a lo largo de toda España que no han conseguido hacer frente a la situación actual derivada de la covid-19.

Bares, restaurantes, tiendas, salas de conciertos… La lista de negocios que han cerrado definitivamente es muy amplia. Hace solo una semana Vozpópuli adelantaba el cierre del Zalacaín, el primer restaurante español que consiguió tres estrellas Michelín y en el que se fraguaron diferentes historias políticas y financieras. Abierto en 1973, la dirección comunicó a sus empleados la decisión de solicitar concurso de acreedores e ir directamente a liquidación.

También en la capital la pandemia ha obligado a las salas de conciertos a pulsar el 'stop'. Una de las más conocidas de la ciudad, el pequeño café Marula situado bajo el Viaducto de Segovia, anunciaba en septiembre su cierre definitivo tras 18 años programando música en directo: "Nada se para, aunque ya no seremos nosotros los que pondremos la banda sonora a las noches del puente", escribían en el comunicado de despedida. 

"Es muy traumático"

Igualmente, el zapateado flamenco ha dejado de retumbar en Madrid. Casa Patas, el emblemático tablao, cerró el pasado mes de junio ante la "situación desoladora" a la que les arrastró la crisis de la covid-19. "Es muy traumático", relata a este diario el que era su propietario, Martín Guerrero. 

En su local, fundado por su familia en 1984, trabajaban entre 25 y 30 personas que se han ido al paro ante la imposibilidad, tras muchos intentos, de sobrevivir. "Aparte de las cuestiones emocionales, exigió un trabajo de análisis muy riguroso", explica Guerrero sobre la decisión de poner fin a 36 años de historia.

Tampoco pudo hacer frente a las restricciones para frenar la covid-19 el clásico restaurante St. James., ubicado en el madrileño barrio de Salamanca. Tras años cocinando en sus fogones platos típicos de la cocina mediterránea, actualmente en su verja cuelga un cartel en el que, en letras mayúsculas, se puede leer "disponible".

Bar Manolo: fin a 85 años de historia

Félix Jiménez llevaba desde los 15 años detrás de la barra del Bar Manolo, un clásico de la hostelería sevillana. Su propietario pudo superar los efectos del primer confinamiento, pero ante las nuevas medidas restrictivas decretadas por la Junta de Andalucía y antes de seguir elevando sus pérdidas, Jiménez decidió hace solo unos días bajar para siempre la persiana de su local, situado en la plaza de la Alfalfa. 

El cierre del Bar Manolo no solo ha hecho mella entre los trabajadores; también entre vecinos y clientes habituales del local que el pasado domingo llenaron la calle para rendir homenaje a 85 años de historia con una emocionante ovación. 

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