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Economía

El juez cuestiona a Botín: no ve "lógico" que no tuviera constancia del informe de Deloitte

Ana Botín a la entrada de la Audiencia Nacional

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha declarado como testigo del 'caso Popular' en la Audiencia Nacional este jueves después de que el Juez José Luis Calama Teixeira la llamara para preguntarle sobre la compra de la entidad. Durante el interrogatorio, que duró más de cuatro horas, la banquera ha dado su punto de vista y ha derivado todas las responsabilidades de la adquisición del Popular a mandos inferiores. Concretamente, se ha referido a Rodrigo Echenique, por entonces presidente de Santander España y a Jaime Pérez Renovales (servicios jurídicos). 

La banquera también afirmó que ni su equipo ni ella tuvieron acceso al informe de Deloitte -que justificaba que Popular se vendiera por un euro-. A este respecto, el juez llegó a comentarle que no le "resultaba lógico que" ella como presidenta ejecutiva no tuviera constancia de las conclusiones de dicho informe ni tampoco del patrimonio neto de la entidad, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes jurídicas. 

Deloitte fue el encargado de realizar la tasación independiente de Banco Popular, que reflejó un valor negativo de entre 2.000 y 8.000 millones. Por ello, Banco Santander presentó una oferta de un euro previa amortización de las acciones y la deuda subordinada (por valor de 2.000 millones).

Ana Botín defendió que el banco hizo sus propios análisis y con ellos llegaron a la conclusión de que los riesgos existentes se podrían asumir en base a las asunciones que hicieron. A medida que iban pasando los días, aseguró la banquera, era más evidente que Popular podía acabar en un proceso de resolución. 

Por otro lado, la presidenta del Santander también confirmó que la entidad contactó con Blackstone antes de la resolución para ver si era posible vender los activos inmobiliarios de Popular. Nuevamente, Botín señaló que el proceso no lo lideró ella, sino los equipos del banco. 

Cabe destacar que en medio de la declaración, Botín señaló que aún es muy temprano para saber si la adquisición del Popular fue una buena inversión. Sobre el informe de la Agencia Tributaria que vincula a Popular con Thesan Capital, la banquera destacó que en el momento de la compra el banco desconocía dicha trama. 

Sin presiones públicas

La presidenta del Banco Santander, señaló en la primera parte de su interrogatorio que nunca recibió ningún tipo de presión de las administraciones públicas para comprar el Banco Popular. La banquera afirmó también que su relación con Emilio Saracho era mínima.

En este sentido, advirtió de que en 25 años de profesión sólo había coincidido con él unas dos o tres veces. Botín explicó que se enteró del nombramiento de Saracho por la prensa y que no recuerda si tuvo alguna reunión con Saracho antes de la resolución del Popular.

A preguntas del juez, Botín aseguró que recibió llamadas tanto del entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, como del gobernador del Banco de España, Luis María Linde, en las que ambos le mostraron su preocupación por el estado del Popular, una sensación que compartía el mercado.

Tras estudiar el proceso de venta, el Santander concluyó que "había un deterioro de confianza en el Popular", una circunstancia que, entendieron, supondría hacer reservas. Aún así, insistió en que hasta donde sabe, el banco cumplía con todos los requisitos regulatorios y era solvente, si bien arrastraba un problema de liquidez.

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