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Economía

La apuesta inversora por sectores regulados dispara la cartera bursátil del Estado a más de 20.000 millones

Bolsa de Madrid

El clima de incertidumbre en torno a los mercados está llevando a los inversores a apostar por valores defensivos y por sectores regulados con el objetivo de minimizar los riesgos. Uno de los principales beneficiados por esta tendencia es el Estado, cuya cartera de cotizadas ha disparado su valor por encima de los 20.000 millones de euros. La mayoría de las participaciones que mantiene en Bolsa se concentra en este tipo de acciones.

Entre todas, la de mayor volumen con diferencia es Aena. La propietaria de la red de aeropuertos ha vuelto a cotizar en los últimos días en zona de máximos históricos, en el entorno de 180 euros por acción, lo que supone valorar el 51% que está en manos del Estado en casi 13.700 millones de euros.

Aena es uno de los valores del Ibex-35 con mejor rendimiento en lo que va de año gracias a una revalorización del 37%. La empresa presidida por Maurici Lucena ha mantenido una trayectoria alcista desde que a finales de abril revisó al alza sus previsiones de tráfico de pasajeros para el presente ejercicio. En 2015, el Estado ingresó algo más de 4.300 millones de euros por la venta del 49% de Aena.

En las últimas semanas, las compras bursátiles se han concentrado en el sector energético, uno de los tradicionales refugios del mercado en tiempos de incertidumbre o de ventas masivas. En este escenario, empresas como Endesa e Iberdrola están cotizando actualmente en sus máximos históricos.

El refugio del sector energético

No muy lejos de estas cotas se encuentran los títulos de Red Eléctrica, en la que el Estado mantiene una participación del 20%, que a precios actuales del mercado está valorado en el entorno de los 2.100 millones de euros. El valor ha tenido que afrontar la compra de Hispasat, una operación valorada en casi 1.000 millones de euros, aunque los inversores han recibido de forma positiva tanto el plan estratégico aprobado recientemente por la empresa como los cambios internos, culminados con la salida de Juan Lasala como consejero delegado.

No es ésta la única participación pública en una empresa cotizada del sector energético. El Estado también conserva un 5% en Enagás, cuyo valor en el mercado es de unos 300 millones de euros. Al contrario que las anteriores, Enagás no cotiza en zona de máximos, aunque se trata de la participación menos voluminosa del Estado en una empresa cotizada.

La otra cara de la moneda en lo que se refiere a la cartera de participadas del Estado es Bankia. La entidad financiera acumula un descenso próximo al 13% desde enero y su trayectoria bursátil se ha visto afectada por las dudas en torno al desempeño de la economía tanto en el plano global como en el nacional, además de por los más que posibles incrementos fiscales que llevará a cabo el nuevo Gobierno resultante de las elecciones generales del pasado mes de abril y que afectarán también al sector financiero.

El Estado controla algo más de un 61% del capital de Bankia a través del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB). Durante la última etapa del Gobierno de Mariano Rajoy se barajaron varias fechas para que se iniciara el proceso de venta de la participación, aunque en ningún momento llegó a concretarse. En la mayoría de las ocasiones, el rendimiento de Bankia en los mercados lo hizo desaconsejable.

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