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Economía

La inversión durante los años de la burbuja, el verdadero problema de la productividad española

Bloques de viviendas en construcción.

La 'burbuja inmobiliaria' ha sido sin duda uno de los grandes problemas de la econolmía española. Y lo sigue siendo, según un estudio elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Y es que, además de los problemas que ya conocemos, hoy en día sigue lastrando y mucho la productividad de la economía española. De hecho, la llamada productividad del capital evoluciona mucho peor que la productividad del trabajo, que se suele ver más en los medios de comunicación.

Y es que esta productividad del capital, que fundamentalmente es la que generan las inversiones que se hacen en España, ha caído nada más y nada menos que un 45% desde el año 1980, mientras que la productividad del trabajo ha mejorado un 33% en las tres últimas décadas. Aunque el resultado de la productividad laboral es pobre si comparamos a España con otras economías, es mucho mejor que la evolución de la productuvidad del capital.

El estudio asegura que la productividad del trabajo era la debilidad más importante de la economía española en el siglo XX y explicaba casi la totalidad de las desventajas que sufría España respecto a otros países. Hoy, en cambio, solo explica el 40% de las mismas, y el resto viene determinado por las malas inversiones que se hicieron durante la etapa de la burbuja y que siguen siendo difíciles de digerir.

La inversión en ladrillo

Y es que buena parte de estas inversiones estuvieron guiadas por la rentabilidad a corto plazo que se esperaba de las revalorizaciones de precios de los activos y no por la productividad. Y al llegar la crisis esto reventó. La rentabilidad que se esperaba, nunca se produjo, lo que ha hecho que parte del esfuerzo inversor de la economía haya caído en saco roto. En cambio, la productividad del trabajo emprendió el camino contrario con el inicio de la crisis. Se recuperó considerablemente por la rápida destrucción de empleo.

Juntando ambos factores, el estudio concluye que la productividad de la economía española se sitúa un 44% por debajo de la de Estados Unidos y con un diferencia de 12 puntos respecto a la UE-15. En pocas palabras, se ha desaprovechado el trabajo y el capital en España más que en otros países.

El patrón inversor se ha transformado con la crisis, pero el cambio va a ser lento y exige medidas

Es cierto que este problema de la inversión ha tendido a reducirse desde el estallido de la crisis. A partir de 2008 se empieza a reorientar hacia capitales más productivos como la maquinaria, las tecnologías de la información o los activos inmateriales como la I+D. De hecho, desde el año 2003 la inversión en maquinaria supera a la inversión en vivienda, cuyo peso ha caído casi un 50%. Y es que la inversión industrial es la que más crece y supera ya en un 20% a la que había antes de la crisis.

Eso sí, la Fundación BBVA y el IVIE lo tienen claro: el nuevo patrón de inversión avanza, pero su peso es aún insuficiente. Sigue menos orientada a estos factores más productivos que la de otros países. Y los activos inmobiliarios son muy duraderos, tardarán en desaparecer. De hecho, los activos relacionados con la construcción aún representa casi el 85% del capital.

Para mejorar estas cifras, hay que hacer un mayor esfuerzo inversor orientado a los activos más productivos, reducir el peso de los activos improductivos y transformar el tejido empresarial para mejorar las decisiones de inversión y aprovechar todo su potencial. Esto supone elevar el tamaño de las empresas, mejorar la formación de empleados y directivos, hacer reformas institucionales y regulatoria y seleccionar de forma rigurosa las infraestructuras.

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