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Economía

El impuesto de sociedades hace perder a Hacienda la cifra récord de 2.300 millones

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

La crisis económica que atraviesa España como consecuencia del coronavirus está teniendo consecuencias sin precedentes en las arcas públicas. Al desembolso que han afrontado las distintas administraciones del Estado se suma también la merma en los ingresos, que en el caso de algunos impuestos acarrea un coste para el erario. Y eso es lo que ha ocurrido con el impuesto sobre sociedades de Hacienda, que este año ha experimentado un importante retroceso que se ha traducido en una pérdida de 2.300 millones de euros en lo que va de año.

En los seis primeros meses de 2020, el impuesto de sociedades ha alcanzado esa cifra negativa récord como consecuencia de los pagos fraccionados y las devoluciones. Son los peores datos de la serie histórica y contrastan con los 1.600 millones recaudados en ese mismo periodo de 2019 o los 2.000 millones del año anterior, según las cifras de la Agencia Tributaria, publicadas por El Confidencial.

Estos datos se alejan de los casi 9.000 millones de euros que este tributo llegó a recaudar en los seis primeros meses de 2007. Frente a esos ingresos, este año el impuesto de sociedades supondrá un agujero en las estatales, arrastrado por los malos resultados empresariales por el parón económico de España como consecuencia del confinamiento para contener la crisis sanitaria de la covid-19. Y estos datos son solo el inicio de lo que probablemente llegará en los próximos meses.

Los pagos fraccionados del impuesto de sociedades -es decir, los anticipos de las empresas a cuenta de los resultados del año en curso- han experimentado en este primer semestre un hundimiento del 24% con respecto al mismo periodo del año anterior; dado que en multitud de empresas no solo no se han registrado beneficios, sino pérdidas, por lo cual la tributación ha sido mínima.

El sector bancario, que inaugura la temporada de resultados empresariales, está comenzando a arrojar los datos de estos primeros seis meses, que vaticinan un retroceso histórico en los próximos meses. Por ejemplo, el Banco Santander ha registrado unas pérdidas de 10.700 millones de euros, mientras que en el BBVA han sido de 1.200 millones.

Las pymes y las grandes empresas sostienen la caída del impuesto

Son las grandes corporaciones empresariales las que están sufriendo unas consecuencias que se reproducen en la recaudación. En estos seis meses, han aportado menos de 2.000 millones de euros a las arcas públicas, es decir, casi un tercio menos con respecto al año anterior. Por otro lado, las pymes y las grandes empresas que no tributan como grupo han sido las que han sostenido los ingresos de este impuesto, a pesar las caídas del 18% y el 15%, respectivamente.

De acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria, la recaudación ha descendido a menos de 4.500 millones, unos 1.400 millones menos que el mismo semestre del año anterior. Este dato es peor que el registrado en el año 2016, cuando el Gobierno del 'popular' Mariano Rajoy eliminó el pago mínimo. Además de la caída de los ingresos con los pagos fraccionados, Hacienda está sufriendo las consecuencias de retrasar, cada vez más, la devolución de los impuestos cobrados indebidamente gracias al pago fraccionado mínimo.

Las devoluciones por parte de la Agencia Tributaria rozan los 10.000 millones de euros que representan alrededor del 40% de la recaudación anual total, y esas devoluciones tampoco se han visto compensadas ni con los pagos fraccionados ni con la liquidación positiva de 2019. Como resultado, el balance de Hacienda arroja una pérdida neta de unos 2.300 millones de euros en este primer trimestre, convirtiéndose así el impuesto de sociedades en un problema de recaudación que se mantendrá si las cuentas empresariales no experimentan un importante viraje.

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