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Economía

El impuesto a la riqueza que propone Podemos no existe ni en los países nórdicos

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias.

España va a subir los impuestos. Las razones son varias: necesita más recaudación para cubrir el gasto público e intentar controlar el déficit, instituciones como la Comisión Europea o el Banco de España le animan a hacerlo ya que su presión fiscal está por debajo de la media de la Unión Europea, y porque el programa político del Gobierno apuesta por aumentar los ingresos para mantener el gasto social, en vez de acudir a los recortes.

El acuerdo de Gobierno de coalición ya tenía previsto subidas del IRPF a las rentas altas, modificación en el Impuesto de Sociedades -que en la práctica supondrían una subida para las grandes empresas-, crear un impuesto al transporte aéreo, nuevos tributos al tabaco y a los cigarrillos electrónicos, crear una 'tasa Tobin' y 'tasa Google' y armonizar en todo España el impuestos de Sucesiones y Donaciones y Patrimonio. 

En los últimos días, el Ejecutivo ha aprobado también la creación de un nuevo impuesto verde que grave a los plásticos de un solo uso y, aunque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no lo ha apoyado públicamente, la facción de Podemos del Gobierno está continuamente trasladando el mensaje de que hace falta aprobar un impuesto a las grandes fortunas. 

En concreto, proponen un proponen un impuesto que grave con un 2% los patrimonios de entre 1 y 10 millones de euros; un 2,5% de 10 a 50 millones; 3% de 50 a 100 millones; y 3,5% a partir de 100 millones de euros. Todos estos tramos no tendrían en cuenta la vivienda habitual siempre que no supere los 400.000 millones.

Este impuesto a los ricos no existe en otros países europeos, de hecho sólo hay esquemas similares en Noruega, Suiza y Holanda, en los que la tributación para las grandes fortunas es muy inferior a la que pide Pablo Iglesias. 

España lideraría el ránking

A día de hoy, sin que se haya aprobado este nuevo impuesto a los ricos, España ya figura entre los países que más grava el ahorro y el capital. 

"La tendencia mundial actual tiende hacia la abolición de los impuestos a la riqueza neta. Mientras que hace 15 años, 10 de las 26 economías más desarrolladas de la OCDE tenían impuestos a la riqueza, ahora hay sólo tres de ellos que los mantienen: Suiza, Noruega y España", reconoce en un estudio el Instituto alemán IFO.

Explican que más o menos la mitad de los países de la OCDE nunca han implementado un impuesto a la riqueza y 13 de ellos los han abolido en las últimas décadas. En Bélgica e Italia utilizan impuestos sobre el patrimonio sobre activos seleccionados, pero no sobre el patrimonio neto de un individuo per se.

Impuestos a la riqueza en Europa

Sin embargo, aunque la tendencia va hacia acabar con estos tributos, algunos miembros del Ejecutivo se proponen ir más allá y colocar a España a la cabeza de los países más restrictivos con el capital. 

Cómo son los impuestos a los ricos en los países nórdicos

A pesar de que en Suiza y Noruega sí existen, y que también se podría sumar a este grupo Holanda por tener un impuesto patrimonial incluido en el IRPF, sus tributos distan mucho del que quiere implantar en España Podemos. 

"Los impuestos de esos países no tienen nada que ver con lo que plantea Podemos, son impuestos similares al Impuesto de Patrimonio que ya hay en España. En Noruega es de un tipo único del 0,85% para todos los contribuyentes, frente al tipo máximo del 3,5% que proponen aquí. Además allí no hay Impuesto de Sucesiones, con lo cual lo sustituye a este impuesto que está presente en la mayor parte de España", explica el economista Juan Ramón Rallo

En Suiza se trata de impuesto cantonal con muchas diferencias por territorio pero el tipo impositivo nunca supera el 1% y además este tributo sustituye al impuesto sobre ganancias patrimoniales. Aquí serían complementarios. 

El experto explica que en Holanda el impuesto está incluido en el impuesto sobre la renta y oscila entre el 0,5 y el 1,6%, nada cercano al 3,5%, y sustituye a la tributación de las ganancias patrimoniales.

"No tienen nada que ver con lo de España, que sería tener un impuesto a las ganancias del ahorro más un impuesto a la tenencia de ese ahorro, al capital. Sería triplemente confiscatorio", añade.

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