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Economía

La cúpula de Iberdrola impide preguntas de Florentino y otros afectados por Villarejo

Sede de Iberdrola.

Los directivos de Iberdrola cierran filas con el presidente Ignacio Sánchez Galán y rechazan cualquier irregularidad en el sistema de pagos de la compañía. Ese podría ser el resumen de las declaraciones de Juan Carlos Rebollo, actual director de Riesgos y Aseguramiento Interno de Iberdrola; Pablo Insunza, director del Departamento de Administración; y José Luis San Pedro, ex 'número dos' de la compañía, en el marco de la investigación seguida en la Audiencia Nacional sobre las relaciones entre Iberdrola y Villarejo.

Los tres altos cargados han desfilado en los últimos días por el tribunal para responder a las preguntas del juez Manuel García-Castellón y la Fiscalía Anticorrupción por su papel en la contratación del comisario Villarejo entre 2004 y 2017. Los directivos lo han hecho en calidad de investigados y, según fuentes consultadas por Vozpópuli, ninguno ha admitido posibles preguntas de las acusaciones, entre las que se encuentra el empresario Florentino Pérez, personado en la causa desde el pasado noviembre. Greenpeace y Unidas Podemos también están personadas.

San Pedro, que ha sido el último en declarar este martes, ha negado que conociese cualquier tipo de irregularidad y ha señalado que no reconoce el informe elaborado por José Antonio del Olmo que implica a Galán en la trama. El que fuera la mano derecha del actual presidente ha incidido en que el contenido del documento le resulta extraño y que no se corresponde con otro tipo de informes similares de Iberdrola. Rebollo e Insunza también cuestionan la veracidad de este documento.

El directivo también ha explicado que desconocía que a quien en realidad se estaba contratando era Villarejo y ha resaltado que las facturas emitidas por entonces eran correctas desde el punto de vista formal.

Durante el interrogatorio, celebrado este martes, también afloraron otros asuntos como la profunda enemistad entre Marcos Peña y Antonio Asenjo, responsables de Seguridad de Iberdrola. Peña ocupó el cargo durante la presidencia de Íñigo de Oriol y fue posteriormente sustituido por Asenjo, que fue promocionado tras la llegada de Galán a la presidencia. La ‘cohabitación’ entre ambos fue tan dura que San Pedro ha contado al juez que se planteó avisar a Oriol para que mediase, añaden las fuentes consultadas.

La tesis sostenida por San Pedro es similar a la que han mantenido en sala tanto Rebollo como Insunza. De hecho, la Fiscalía llegó a preguntar a Rebollo (el primero en declarar) si existía algún tipo de 'pacto de silencio' entre los tres directivos para proteger a Galán y evitar que la causa le terminara salpicando.

El choque entre Asenjo y Peña

El odio entre ambos directivos de Seguridad no es un detalle baladí para el caso. El famoso informe de Olmo, fechado en 2004, fue depositado en la notaría de Luis Ramallo por consejo de Peña, de quien es amigo. Olmo no lo hizo en ninguna notaría de Bilbao pese a estar allí, sino que optó por una de Madrid.

Este informe apunta que Galán y otros directivos como Fernando Becker (antes director corporativo de Iberdrola España), el director general y actual 'número dos' Francisco Martínez Córcoles y el citado Asenjo, estaban al tanto de las contrataciones del comisario, que Olmo tachó de "actividades anómalas" y que hizo, según declaró al juez, presionado.

La causa seguida en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional investiga una presunta trama de facturas giradas por la mercantil Casesa que en realidad camuflaban encargos a Cenyt, la empresa del comisario Villarejo. Iberdrola encargó un 'forensic' a PwC para analizar el alcance del asunto y posteriormente comunicó que no se había detectado ninguna irregularidad en los 17 encargos a la empresa del comisario. 

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