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Economía

El 'verano negro' de Ryanair: huelgas, caída del beneficio y pérdida de 3.600M en Bolsa

Aviones de Ryanair

Las aerolíneas europeas se preparan todos los años para 'hacer el agosto'. El aumento del tráfico aéreo en el período estival llena sus bolsillos. Aunque el verano de 2018 no dejará un buen recuerdo para Ryanair. Es más, se podría decir que lo que ha vivido ha sido un 'verano negro'. Sus conflictos laborales, con tres procesos de huelga, y la caída su beneficio en sus cuentas de su primer trimestre fiscal, que presentó el pasado 23 de julio, no ha sido muy bien recibido por la compañía.

Por lo menos, por sus inversores. Ryanair ha perdido en Bolsa 3.600 millones de euros desde el 1 de junio. Las acciones de la compañía que dirige el mediático Michael O'Leary han retrocedido cerca de un 19% en poco más de dos meses, desde los 16,66 euros hasta los 13,52 euros por acción con los que cerró este jueves. Una pérdida del valor de sus acciones que está marcado por la caída de un 6,5% el pasado 23 de julio, cuando la compañía presentó los resultados de su primer trimestre fiscal. 

Ryanair presentó una caída de su beneficio del 20% en comparación con el mismo período del año pasado. La aerolínea de bajo coste ganó 319 millones de euros frente a los 397 de su primer trimestre de 2017. Su explicación para esta caída era los mayores costes de personal, donde se incluye los procesos de huelga, y el precio del petróleo

Aunque estas no fueron las únicas malas noticias que dio la compañía en esa jornada. Ryanair adelantó que sus tarifas iban a ser más bajas de lo esperado durante su período clave de verano debido a la alta competencia, el clima inusualmente cálido en el norte de Europa y la incertidumbre causada por las huelgas. 

Tres huelgas en un mes

Este viernes, la aerolínea vivirá la mayor huelga de pilotos de su historia. Esto se produce porque los pilotos de la aerolínea irlandesa en Alemania han decidido secundar los paros anunciados para este 10 de agosto por sus colegas de Irlanda, Suecia y Bélgica. Por estos parones, la compañía ha cancelado 396 vuelos, de los que 82 de ellos (41 conexiones) son con origen o destino en España

Unos parones que se producen después de los efectuados a finales de julio por los tripulantes de cabina en España, Bélgica, Italia y Portugal, que provocaron la cancelación de más de 600 vuelos durante dos días. Un proceso que daño su imagen por las numerosas denuncias por parte de los trabajadores por el trato recibido por parte de la compañía. Sin olvidar, los cerca de 100.000 pasajeros que se vieron afectados en Europa. 

Si estas huelgas innecesarias continúan dañando la confianza de los clientes tendremos que revisar nuestro programa de invierno"

No obstante, los primeros en acudir a la huelga este verano fueron los pilotos contratados directamente por Ryanair en Irlanda, en torno a un centenar. Una huelga de 24 horas los pasados días 20 y 24 de julio. Unos frentes que tuvieron una respuesta por parte de la compañía en la presentación de sus resultados. "Si estas huelgas innecesarias continúan dañando la confianza de los clientes, los precios y la rentabilidad en determinados mercados nacionales, tendremos que revisar nuestro programa de invierno, lo que puede llevar a reducciones de flota en determinadas bases y pérdidas de empleos", comunicaba la aerolínea.  

Unos problemas para una compañía que transporta más de 130 millones pasajeros al año. Y que multiplica su importancia en España, donde se mantiene como la compañía con mayor volumen. En el primer trimestre aumentó sus pasajeros un 12,2%, según datos del gestor aeroportuario Aena, y totalizó 7,79 millones de usuarios. Un liderazgo que puede correr peligro tras este 'verano negro'. 

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