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Economía

El Grupo Santander sufrió la salida de más de 7.500 millones en fondos en 2018

Oficina del Banco Santander

El Grupo Santander firma un año para olvidar en la gestión de fondos de inversión tras perder a nivel global 7.525 millones de euros. Esto supone un descuento de su patrimonio total de un 4,5% respecto a 2017, cuando este capital ascendía a 165.413 millones de euros, según datos extraídos del informe financiero de la entidad. 

En el texto de 68 páginas, el banco hace muy pocas referencias generales al por qué de esta abrupta caída del patrimonio. Sólo hace algunos apuntes por países, pero tampoco en todos. 

Así, por ejemplo, explica que el total de los activos gestionados por la entidad se redujeron un 2% en el año, hasta los 329.000 millones de euros, "principalmente por la depreciación en los activos, sobre todo en custodia, pero también en los productos de inversión comercializados".

Por otro lado, también hace referencia a la caída de la inversión en Reino Unido, donde se desplomó un 11% por los "movimientos del mercado y los flujos negativos en el año". Fuentes del Santander consultadas por Vozpópuli han añadido que en gran parte esta reducción de capital se debió a la fuerte depreciación del real brasileño. 

En gran parte esta reducción de capital se debió a la fuerte depreciación del real brasileño

Ningún apunte en el apartado de España. Y llama la atención, porque la gestora del Santander cerró el 2018 con reembolsos que superaron los 1.150 millones. Un dato muy por encima de la media de sus competidores, ya que CaixaBank y BBVA terminaron el curso con suscripciones netas que superaban con creces los 2.000 millones de euros.

No obstante, hay que poner de manifiesto que las salidas de dinero de la filial española podrían no deberse sólo a una estrategia mal organizada en el país, sino a una caída de la inversión a nivel global. En Europa, el total de los fondos se redujo un 6,7%, hasta los 70.562 millones de euros y en Latinoamérica, esta caída fue del 3,9%.

El primer anuncio del año

En España, el Santander comenzó el año apostando muy fuerte por la renta variable y su gestora estrella, Lola Solana. De hecho, la entidad se encargó de mostrar al mundo las virtudes de su fondo 'Small Caps' en uno de los primeros anuncios del año. Un éxito a nivel de marketing que les llevó al estrellato. Ahora, el Santander puede presumir de gestionar el fondo de pequeñas empresas más grande del país, con más de 1.000 millones de euros en activos bajo gestión. 

El éxito fue tal, que a Lola Solana se le encomendó la puesta en marcha de tres nuevos productos de renta variable pero con criterios ISR, es decir, fondos que inviertan sólo en compañías éticas. Además de estos tres, se le sumó otro: el fondo que sólo invierte en empresas que respeten la igualdad de genero. Un producto que fue aplaudido por Ana Botín de manera pública en su Twitter y que se creó meses después de que ella misma lanzara un alegato a favor del feminismo

Esta estrategia les fue muy bien durante el primer trimestre del año. De hecho, era la renta variable lo que tiraba de la gestora del Santander. Pero todo se vino abajo cuando los mercados comenzaron a tambalearse. Se instaló la volatilidad y las bolsas de todo el mundo comenzaron a caer. Con ellas, las rentabilidades y seguidamente, el dinero de los partícipes. 

Más tarde, con la crisis de Italia, los fondos de renta fija a corto y medio plazo también comenzaron a sufrir reembolsos. La tormenta ya estaba en marcha y Santander no tuvo capacidad de reacción. Al final del curso decidió lanzar una nueva estrategia de fondos muy conservadores. En total fueron 7 los productos que se sacaron para intentar frenar la salida de capital, pero les fue imposible. En los datos de Inverco de cierre de enero, la gestora sigue arrojando salidas de capital, al igual que el resto de sus competidores.

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