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Economía

Grifols inyecta 10 millones de euros para potenciar la exportación de su suero ‘made in Murcia’ a EEUU

Grifols

La compañía de hemoderivados de Grifols ha logrado potenciar las ventas de una de sus divisiones clave gracias a una fábrica murciana. La compañía, líder en el mercado de los productos fabricados a partir del plasma de la sangre, presentó este miércoles sus resultados del primer semestre, en los que ha ganado un 10% menos que durante el mismo periodo en 2018.

La bajada en los beneficios se debe principalmente al coste que han tenido las inversiones que ha hecho la multinacional durante este ejercicio, como la compra del grupo estadounidense Interstate Blood Bank (IBBI) por más de 80 millones de euros.

A pesar de la bajada, el fabricante de hemoderivados ha registrado una cifra de negocio de 2.423,4 millones de euros en los seis primeros meses del año, un 14,3% más gracias al crecimiento en todas las divisiones.

Entre estas divisiones se encuentra la que dentro de la compañía denominan como División Hospital, es decir, el segmento dedicado a la fabricación de material médico destinado para el uso hospitalario, como es el caso de los sueros fisiológicos o salinas fisiológicas.

Ventas clave para Grifols

Durante los primeros seis meses de este año, los ingresos por la venta de este tipo de productos, que en su inmensa mayoría -como ocurre con la mayor parte de la producción de Grifols- se comercializan en el mercado norteamericano, aumentaron un 8% y lograron un Ebdita positivo por primera vez en varios años, hasta alcanzar los 63,4 millones de euros. Un crecimiento para el que ha resultado fundamental la localidad de Las Torres de Cotillas, en Murcia.

Es en esta localidad de poco más de 21.000 habitantes donde Grifols cuenta con una de sus principales fábricas de soluciones intravenosas. Hace varias semanas, durante su Junta General de Accionistas, la empresa anunció que planea desembolsar una inversión de unos 1.400 millones de euros durante los próximos tres años como parte de su plan de expansión internacional, un plan que pasa por China y reforzar su posición en Estados Unidos.

Sin embargo, también pasa por Murcia y por su fábrica de salinas, que recibirá unos 10 millones de euros en los próximos años para ampliar la capacidad de una planta de inyección de plástico situada también en el complejo industrial murciano para “asegurar el suministro de consumibles clave para todas las divisiones”.

Luz verde de la FDA estadounidense

Grifols lleva presente en Murcia desde 1990, pero fue a mediados de 2017 cuando la fábrica de Torres Cotillas recibió un importante empujón: la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dio luz verde a la comercialización del suero fisiológico ‘made in Murcia’ en territorio estadounidense.

Inmediatamente después de que se hiciera el anuncio, la compañía anunciaba una inversión de 5 millones de euros en la planta para aumentar su capacidad de producción en 12 millones de unidades.

Un año más tarde, la compañía anunciaba la firma de un acuerdo con la empresa de distribución estadounidense Henry Schein para comercializar la salina fisiológica fabricada en Torres Cotillas en Estados Unidos, definiendo a la fábrica como una planta clave para la exportación de este producto al extranjero. Henry Schein registra un beneficio anual de unos 13.200 millones de dólares, con presencia en más de 30 países.

Según alegaba por aquel entonces el presidente de la División Hospital de Grifols, Rob Jagt, el acuerdo tenía como objetivo "satisfacer la apremiante demanda de salina fisiológica en el mercado estadounidense". La demanda ha sido tal que desde Grifols han ampliado la capacidad de otro de los complejos industriales que tienen en Barcelona para poder cumplir con los objetivos de producción, apostando más de 20 millones de euros. 

Diferencia de salarios Murcia-Barcelona

No obstante, a pesar del peso de la fábrica, hace un años cientos de trabajadores de la planta en Murcia pararon durante varios días para denunciar que cobraban hasta un 40% menos que sus compañeros trabajando en las plantas situadas en Cataluña.

En concreto, según denunciaba el comité de empresa de la fábrica, las diferencias económicas con la plantilla de la planta de Paret del Vallés (Barcelona) son "flagrantes" y alcanzaban "el 40% en numerosos conceptos salariales, pluses, abono de nocturnidad y pagas de producción".

De acuerdo con los sindicatos, en algunos casos, los trabajadores de la planta en Murcia llegaron a cobrar hasta 1.800 euros menos por el mismo trabajo que un operario en Paret del Vallés, desde donde apoyaron los paros. Después de varios días de tensión, se abrió una negociación interna con la empresa. 

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