Quantcast

Economía

El Gobierno promete bajar la deuda pública sobre PIB a niveles de 2013 pese a disparar el gasto

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

La previsión de ingresos y gastos que contempla el Gobierno en sus Presupuestos Generales del Estado para 2019 le permitirá cerrar este año con el menor nivel de deuda pública respecto a PIB desde 2013, incluso a pesar de que sus cuentas sean las más expansivas por el lado del gasto de los últimos años. 

La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha vaticinado tras la aprobación del anteproyecto de ley de los Presupuestos que la deuda pública pasará del 96,9% del PIB en 2018, una décima menos de lo que inicialmente había previsto el Ejecutivo el octubre pasado, a un 95,4% este año.

Este logro se conseguirá, por un lado, gracias a que el PP ha vetado en el Senado con su mayoría absoluta la senda de déficit que proponía el Gobierno y que contemplaba cerrar 2019 con una desviación del 1,8%. Con este movimiento, el PP, con el apoyo de Ciudadanos, ha obligado al Gobierno a cuadrar sus números con la senda de déficit del 1,3%. 

[singular-iframe src='https://datawrapper.dwcdn.net/Yv4Pg/1/']

Las medidas tomadas para conseguir esa reducción de cinco décimas (equivalente a 6.000 millones y que se reparte a razón de 1 décima para la Administración Central, 2 para la Seguridad Social y 2 para las Comunidades Autónomas) fomentarán que la deuda disminuya más de lo previsto. 

De conseguir cerrar el año en el 95,4%, la reducción del cociente de deuda pública sobre PIB sería el doble del que se preveía con la senda del 1,8%. 

"Esto demuestra nuestro compromiso con la disciplina presupuestaria", defiende por su parte la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien presume de llevar al Congreso unos Presupuestos que redistribuirán la riqueza mientras garantizan más política sociales y crecimiento económico.

En qué se irá el dinero

Todas las partidas del gasto aumentarán en 2019, a excepción del que se destina a la gestión y administración de la Seguridad Social, que bajará un 3,5% si no se tiene en cuenta el préstamo que tiene que hacerle el Estado para pagar las pensiones, y la partida que se destina a pagar deuda pública, que retrocede un 0,5% hasta los 31.398 millones de euros. 

El grueso del gasto se destinará como siempre al pago de las pensiones (un 42% del total se destinará a este fin), una partida que ha experimentado un incremento del 6,2% respecto a 2018, seguida de la cuantía dedicada al pago de deuda (8,6% del total), Servicios Públicos Básicos (5,7%) y subsidios de desempleo (5,0%).

Aunque no suponen cuotas mayoritarias, el gasto destinado a algunas políticas sociales ha experimentado importantes incrementos: el que financia la atención a la dependencia ha subido un 59,3%, el de acceso a la vivienda un 41% y el de inversión en infraestructuras un 39,9%. 

De cada 100 euros, 42 se destinarán al pago de pensiones

Otras medidas sociales que ha querido destacar el Ejecutivo han sido la eliminación del copago para pensionistas y colectivos vulnerables, las ayudas a familias para combatir la pobreza -que aumentan 321 millones-, las becas para estudiantes (suben un 10% hasta 1.620 millones) y la lucha contra la violencia de género (que contará con 220 millones), entre otros. 

¿Cómo afrontará este despliegue del gasto? La baza del Gobierno pasa por conseguir incrementar la recaudación fiscal un 9,5% hasta la cifra récord de 227.356 millones de euros. 

[singular-iframe src='https://datawrapper.dwcdn.net/91Hjx/1/']

Este incremento se producirá gracias a la subida del Impuesto de Sociedades -que establecerá un tipo mínimo del 15% para grandes empresas pero bajará de 25 a 23% el de las pymes-, a la subida del IRPF para rentas altas, el impacto positivo del cambio del sistema de recaudación del IVA y las nuevas figuras tributarias ('tasa Google', 'tasa Tobin' y medidas antifraude).                       

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.