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Un segundo semestre marcado por las repercusiones políticas del Brexit en Europa

Patrice Gautry, economista jefe de UBP.

Un crecimiento mundial moderado, pese al incremento del riesgo que ha supuesto el Brexit. Esta es la previsión de Patrice Gautry, economista jefe de Union Bancaire Privée (UBP), y Norman Villamin, director de inversiones de banca privada de la entidad.

A principios de año la inquietud causada por la posible ralentización de la economía estadounidense agravó las presiones que sufrían Europa y las economías asiáticas, lo que hizo que surgieran nuevos temores, ante la duda de que los bancos centrales no dispusieran de medidas de política económica eficaces y respecto a la capacidad de los gobiernos para tomar medidas de política fiscal, apuntan los responsables de UBP.

Pese a que en el primer semestre “los bancos centrales demostraron su disposición a respaldar el crecimiento y reparar la economía” cuando ello fuera posible, el inesperado resultado del referéndum británico ha servido para “resaltar el hecho de que las reformas estructurales no entran en su ámbito de actuación, y que esto es tarea de los políticos europeos, poco dispuestos sin embargo a ponerse manos a la obra, actitud cada vez más copiada por sus homólogos de otros países”, subrayan.

La falta de impulso reformador desde el inicio de la crisis de la zona euro y la repercusión del Brexit se ha convertido en la principal amenaza que padece el frágil crecimiento mundial”, señalan desde el banco suizo.

“Ahora bien, los políticos del Viejo Continente tendrán que ponerse a trabajar a partir de ahora en la reforma del proyecto europeo. El voto británico marca el inicio de un largo periodo de incertidumbre en la UE e incrementa el riesgo de una posible fragmentaciónLa falta de impulso reformador desde el inicio de la crisis de la zona euro (acompañado ahora de la repercusión del Brexit) se ha convertido en estos momentos en la principal amenaza que padece el frágil crecimiento mundial”, señalan desde el banco suizo.

A su juicio, todo indica que el perjuicio económico directo de esta decisión recaerá principalmente sobre la economía británica y que solo tendrá una repercusión moderada sobre la zona euro. “Nuestra previsión de crecimiento mundial apenas ha cambiado tras el resultado del referéndum, pues nos parece que éste influirá poco sobre la estable recuperación económica de Estados Unidos y la recién recobrada estabilidad de los países emergentes”, afirman.

“La previsión de crecimiento del año sigue siendo modesta (en torno al 3%) y tanto en las economías emergentes como en las desarrolladas las tasas de crecimiento son inferiores a sus niveles históricos. Dicho esto, dado que el primer semestre ha sido flojo, esperamos que se produzca un rebote en el segundo gracias a la mejora del crecimiento estadounidense, impulsado por el consumo que se nutre a su vez de la mejora del empleo”, puntualizan.

“Aumentará el nerviosismo en relación a la banca, a causa tanto de la eventual recesión de la economía británica como del cambio de la normativa bancaria europea, en un momento en el que todavía persisten las dudas en torno a los balances de estas sociedades y en el que se requieren grandes volúmenes de capital para estabilizar el sector”, señalan los responsables de UBP.

Las previsiones económicas seguirán dependiendo sobremanera de cuál sea la evolución en lo político, especialmente en Europa, según explican Gautry y Villamin. “En los próximos meses, tanto las elecciones holandesas como el referéndum italiano servirán de medida del euroescepticismo, y ya se oyen voces en otros países de la UE (Escocia, Austria, Francia y Alemania) que reclaman la celebración de consultas sobre la permanencia. Es poco probable que las promesas de los ejecutivos de reforzar la integración basten para cerrar la brecha de los gobiernos, de manera que los mercados habrán de soportar el peso de descontar periódicamente el riesgo creciente de fragmentación de la UE.

En los próximos meses, tanto las elecciones holandesas como el referéndum italiano servirán de medida del euroescepticismo, y ya se oyen voces en otros países de la UE que reclaman la celebración de consultas sobre la permanencia", apuntan en UBP.

Oportunidades de inversión

Con este telón de fondo, “los periódicos rebrotes de volatilidad del primer semestre seguirán siendo habituales en el segundo. Así pues, las estrategias de crédito y de carry constituirán nuestros motores de rendimiento predilectos en carteras diversificadas, en las que haremos hincapié en la reducción del riesgo en las asignaciones en renta variable”, explican en UBP.

A diferencia de muchos mercados de renta fija privada, que compensan en exceso el riesgo que el inversor está asumiendo, “los mercados occidentales de renta variable no ofrecen a éste una compensación suficiente si se tiene en cuenta el escaso lustre de las previsiones de resultados. Han empeorado las previsiones de la renta variable ante la persistencia de las elevadas valoraciones y la modesta progresión de los beneficios empresariales, por lo que vaticinamos que la rentabilidad será muy moderada. Dado el escaso atractivo, en general, de la relación rentabilidad-riesgo de las acciones, hemos optado por orientar las carteras a favor de estrategias de baja volatilidad y centradas en títulos de tipo value en el caso de la renta variable estadounidense y hacia estrategias de dividendos, volatility carry y títulos de tipo value en el caso de la europea”, comentan.

Por consiguiente, “una buena protección contra un brusco deterioro del tipo de cambio EUR/USD, así como una buena exposición al oro y un nivel adecuado de efectivo nos permitirán reaccionar con rapidez ante las oportunidades de valor que pueden presentarse en las distintas clases de activos, generadas por la elevada volatilidad que provocará en los próximos trimestres el incremento de los riesgos de origen político”, concluyen.

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