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La Encuesta Anual de Fidelity refleja un regreso del optimismo inversor con el ojo puesto en Estados Unidos

La confianza de los equipos directivos y de los inversores regresa a las economías y las bolsas, tras un periodo prolongado de incertidumbre. Así lo pone de manifiesto la última Encuesta a Analistas de Fidelity Worldwide Investment, que recoge las respuestas de 128 analistas ubicados en Europa y Asia de la gestora. Entre las principales conclusiones del estudio figuran una vuelta de los inversores a la confianza, la preferencia por los mercados desarrollados, especialmente Estados Unidos, y las iniciativas de las compañías favorables a los accionistas.

Los equipos directivos han dejado de preocuparse por el "fin del mundo": los grandes riesgos extremos, como el hundimiento del sistema financiero o el contagio, son cada vez menos probables. Se prevé una recuperación de la inversión empresarial desde unos niveles históricamente bajos, aunque la magnitud y el ritmo de esta recuperación parece que serán más calmados de lo que cree el consenso del mercado, según los analistas de Fidelity. Dos de los mayores contribuidores históricos a la inversión empresarial en términos absolutos han sido los sectores de energía y materias primas. Sin embargo, estos sectores se anotan los resultados más negativos en la encuesta. Por el contrario, salud y consumo discrecional son sectores que se sitúan en cabeza en lo que respecta a las expectativas de los analistas en torno al incremento de la inversión empresarial.

El estudio pone de relieve una clara división entre los mercados desarrollados y los emergentes. A la vista del entorno actual de fortaleza del dólar y el acusado descenso de la demanda de materias primas, Estados Unidos emerge como el mercado más fuerte en áreas como la confianza empresarial, las perspectivas para la inversión, el potencial de crecimiento del dividendo y la salud financiera. Por sectores, aquellos con resultados más positivos en líneas generales son los ligados a la economía del conocimiento, como farmacia, tecnología y servicios financieros, además del consumo, según los analistas de Fidelity.

"Desde la perspectiva de la renta fija, Asia muestra fundamentales crediticios más débiles frente al mundo desarrollado, si bien las valoraciones asiáticas pasan por compensar ampliamente los riesgos. En lo que respecta a la deuda corporativa el ciclo crediticio se encuentra en proceso de maduración: el apalancamiento está incrementándose y las valoraciones se van ajustando. El riesgo de acontecimientos será el tema dominante para los inversores durante los próximos doce meses y eso dará lugar a ganadores y perdedores en el mercado de bonos", destaca el estudio.

Una de las respuestas más claras de la encuesta tenía que ver con los dividendos; así, los analistas indicaron que una gran mayoría de las empresas que cubren probablemente mantenga (54%) o aumente (40%) los dividendos. Las empresas financieras, algo que quizá no sorprenda después de la crisis financiera de 2008/2009, y las empresas de atención sanitaria son las que se muestran más proclives al aumento de los dividendos. Japón y Estados Unidos son las regiones que concentran mayores esperanzas de incremento de los dividendos, aunque esto puede depender en parte del hecho de que el nivel total de dividendos es inferior en estos mercados de lo que suele ser habitual en el Reino Unido y Europa, por lo que hay más margen para el crecimiento de los dividendos en estas regiones.

El estudio también pone de manifiesto que para el 85% de los analistas las operaciones corporativas serán una prioridad de cara al futuro. La mayor parte de los analistas espera un volumen moderado de operaciones corporativas, un 15% un gran volumen y sólo una pequeña minoría las ve como una gran prioridad estratégica.

Para Henk-Jan Rikkerink, responsable de Análisis de Renta Variable para Europa y Estados Unidos de Fidelity Worldwide Investment, "la encuesta de este año sugiere que los equipos directivos de las empresas están más dispuestos a invertir después de un periodo prolongado de cautela. A consecuencia de ello, estamos entrando en un entorno más diferenciado en el que los catalizadores específicos de los valores probablemente tengan mayor relevancia en las rentabilidades de la inversión. Esperamos que el liderazgo del mercado lo asuman los negocios de calidad, especialmente aquellos pertenecientes a sectores donde pesa mucho la propiedad intelectual, como los productos farmacéuticos y la tecnología".

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