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Edmond de Rothschild Asset Management lanza su segundo fondo de infraestructuras

Edmond de Rothschild Asset Management ha  lanzado su segundo fondo de deuda en infraestructuras como parte del desarrollo de su plataforma Bridge. El nuevo fondo de derecho luxemburgués tendrá la misma filosofía de inversión que la generación anterior y tiene como objetivo captar entre 400 y 800 millones de euros.

Bridge es el acrónimo de Benjamin de Rothschild Infrastructure Debt Generation. Estará gestionado por el mismo equipo de once expertos ubicado en Londres. El fondo busca ampliar la gama, capturar nuevas oportunidades, ya sea en la fase de proyecto u operativa, que han sido identificadas por el equipo de inversión y están disponibles en el mercado. Está diseñado para inversores institucionales europeos. Ambos fondos de la plataforma Bridge podrán unir sus fuerzas para inversiones conjuntas que  cumplan con los mandatos de inversión.

El fondo busca ampliar la gama, capturar nuevas oportunidades, ya sea en la fase de proyecto u operativa, que han sido identificadas por el equipo de inversión y están disponibles en el mercado.

El primer fondo Bridge fue creado en agosto de 2014 y estaba destinado a  instituciones francesas como compañías de seguros, instituciones de previsión o mutuas. Ya ha realizado una serie de inversiones y se prevé que se realicen más en el futuro. Su patrimonio asciende a 595 millones de euros y ha invertido el 71% de sus activos. En 18 meses, ha invertido 420 millones de euros, yendo mucho más allá de su objetivo inicial, según la firma, y ahora cuenta con una cartera de activos diversificada incluyendo energías convencionales y renovables; transporte por carretera, ferrocarril y aéreo, e infraestructuras sociales (sanidad e iniciativas de financiación privada o acuerdos con éstas) en Francia, Alemania, Austria, Bélgica y Reino Unido.

Con los tipos de interés en cero y ante la actual desintermediación bancaria que ha propiciado la llegada de nuevos jugadores que ofrecen soluciones alternativas de financiación, invertir en deuda de infraestructuras crea oportunidades para los inversores a largo plazo que buscan rentabilidad. Estas inversiones proporcionan a las instituciones una herramienta de diversificación.

La deuda en infraestructuras cuenta con sólidos fundamentales ya que los activos tienen buenas calificaciones crediticias, baja volatilidad, un flujo de caja estable y vencimientos a largo plazo. También se beneficia de unos rendimientos muy visibles que reflejan una cierta prima de liquidez. La mayoría de activos de infraestructuras son monopolios y proporcionan servicios esenciales a sus mercados. También se benefician del respaldo político y los incentivos regulatorios.

La financiación de infraestructuras forma parte de la historia de la familia Rothschild. La familia realizó una contribución significativa a la financiación de grandes proyectos como el Canal de Suez o la red europea de ferrocarriles durante la revolución industrial del siglo XIX. En base a esta tradición, el grupo Edmond de Rothschild ha continuado avanzando en el asesoramiento de la financiación de infraestructuras. El equipo de inversión de la plataforma Bridge es el resultado de esta evolución.

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