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Economía

El Estado recaudaría 14.000 millones más al año si sube el IVA a un tipo único del 21%

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.

España es uno de los países de la Unión Europea en el que más cantidad de productos y servicios están gravados con un Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) reducido o superreducido, del 10% y 4% respectivamente, lo que lleva al país a ser de los que menos recauda por este tributo.

Si todos los productos pasaran a estar gravados con un IVA del 21% -el tipo general vigente para ciertos bienes-, el Estado recaudaría anualmente 14.000 millones de euros adicionales, incluso a pesar de que este incremento provocaría una inevitable caída del consumo de ciertos productos.

Así lo estima la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en su último informe sobre beneficios fiscales, en el que advierte de que aunque la recaudación podría elevarse hasta los 17.000 millones de euros, "al incluir el comportamiento de los hogares como consecuencia de la subida de impuestos (cambios en el patrón de consumo) la cifra sería de unos 14.000 millones de euros".

Esos 14.000 millones de euros adicionales que nutrirían las arcas del Estado procederían principalmente del gasto en alimentos y bebidas sin alcohol, que aportarían 8.515 millones de euros más. Al ser bienes de primera necesidad, su consumo apenas bajaría debido a la subida impositiva.

Sí caería, por el contrario, el gasto de los contribuyentes en restauración: la Airef avisa de que si se mantuviera sin cambios la afluencia a restaurantes, con un IVA del 21% en vez del 10%, el Estado podría recaudar 4.273 millones de euros adicionales, pero asumiendo que ese hábito se reduciría, la recaudación sería más o menos la mitad: 2.467 millones de euros adicionales.

Bienes de primera necesidad

La institución que preside Cristina Herrero no se posiciona acerca de qué productos podría reclasificar Hacienda entre las categorías existentes de IVA -general, reducido y superreducido-, pero sí recuerda que "el objetivo de este beneficio fiscal es facilitar el acceso a bienes y servicios de primera necesidad y de carácter social, cultural o estratégico", pero algunos de los productos gravados con tipos reducidos no lo son.

Por ejemplo, se clasifican al tipo superreducido del 4% los libros, periódicos, revistas, álbumes, partituras, mapas y cuadernos de dibujo, o las viviendas adquiridas para arrendarlas; mientras que tienen un tipo del 10% las bebidas alcohólicas, entradas a centros y espectáculos culturales y deportivos de carácter aficionado, ejecución de obras de renovación y reparación en viviendas, flores y plantas vivas ornamentales, o servicios de hostelería, acampamento, balneario, restauración y transporte.

Al ser categorías tan amplias, España tiene un 32% de su gasto a tipos reducidos, frente a países como Alemania en los que la cesta de consumo a tipos reducidos sólo alcanza el 18%

En la mayoría de países, los bienes que en España están gravados al tipo superreducido del 4% se gravan a tipos reducidos"

"Las bebidas alcohólicas vendidas en comercios se gravan al tipo general en todos los países de la eurozona, con alguna ligera excepción en algún producto concreto. En este sentido, tanto Italia como España gravan las bebidas alcohólicas al tipo general cuando se venden en una tienda, pero las gravan al tipo reducido cuando se venden en un negocio del sector de hostelería y restauración", ilustran.

Todo el sector de la restauración tiene un tipo reducido del 10%, sin diferenciar el producto vendido, algo que no ocurre en casi ningún país de la UE.

Reducir la desigualdad

Además, la Airef advierte que en algunas categorías de bienes son las rentas altas las que salen más favorecidas por este beneficio fiscal, dado que son las que me consumen, lo que no contribuye a reducir la desigualdad.

"El beneficio fiscal de tipos reducidos, al disminuir el gravamen del consumo, beneficia en mayor cuantía a los de más renta, que son los que más consumen", apuntan. En concreto, de los 17.000 millones de euros que el Estado podría recaudar si se elevara el IVA hasta un tipo único del 21% (suponiendo que se mantuviera el consumo), 10.800 millones de euros los pagarían las rentas altas y 7.000 las rentas bajas.

El 70% del consumo que se hace de algunos bienes con tipo reducido y superreducido es llevado a cabo por rentas altas, como la restauración, el transporte, la hostelería, libros y prensa, paquetes turísticos o la jardinería.

"Los servicios de hostelería, ocio y cultura, transporte y restauración son lo que presentan una ineficiencia distributiva mayor", reconoce la Airef, que considera además más eficaz para reducir la desigualdad algunas políticas de gasto que la existencia de tipos reducidos de IVA.

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