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Economía

La esposa del millonario Aristrain da la cara por su marido en un juicio de 15.000 euros

Gema Navarro, de blanco, tapándose el rostro, el martes a la salida de los juzgados.

Gema Navarro, esposa de José María Aristrain, acudió el martes, 25 de septiembre, a un juzgado de Madrid para responder, como testigo, ante la demanda presentada contra el grupo del empresario vasco por Rafael Pastor López. Este último, exabogado de Corporación JM Aristrain, reclama 15.000 euros a la compañía. Pastor López es inspector de Hacienda en excedencia, licenciado en Derecho y en Ingeniería Industrial y experto en fiscalidad.

Pastor López asegura que fue contratado, junto con otros despachos, por Aristrain para asesorarle en el pleito que afronta el empresario por reclamaciones multimillonarias de Hacienda. El letrado trabajó para el grupo empresarial durante 2016 y reclama 15.000 euros que dice debería haber cobrado por los meses de agosto, septiembre y octubre de ese año.

En el juicio que se celebró el martes en los juzgados de Primera Instancia de la calle María de Molina de Madrid, Pastor López recordó que en marzo de 2016 acompañó en un avión privado a Aristrain y otros abogados a Luxemburgo para analizar la fiscalidad de sociedades del empresario en el país. Y que no cobró la minuta correspondiente a los tres meses de agosto a octubre habiendo recibido únicamente una llamada de Gema Navarro comunicando el cese de su relación, pero que esta no tenía entonces ningún poder en el grupo empresarial de su marido y que no recibió comunicación oficial del término de la relación laboral.

Aristrain afronta juicio por presunto delito fiscal que le convierten en el supuesto mayor defraudador de la Hacienda española

La esposa de Aristrain recordó que fue ella, asesorada por un amigo, quien recomendó la contratación de Pastor López. "Yo comuniqué el cese al abogado, fui yo quien decidí su contratación porque nos lo recomendó un amigo", recordó. "Por mi culpa entró usted", espetó. José María Aristrain estaba llamado a declarar por el demandante, pero no acudió al juzgado argumentando que no fue él quien contrató a Pastor López y tampoco quien le cesó.

"No se me notificó el cese hasta noviembre, y no se pagaron los tres meses anteriores", aseguró ante la juez el abogado Pastor López, quien también afirmó que había mantenido reuniones con Aristrain en el mes de septiembre y con parte de su equipo. El juicio quedó visto para sentencia y previsiblemente esta será hecha pública en las próximas semanas.

Gema Navarro estuvo asistida por Isabel López Paños, abogada que en febrero de este año fue nombrada consejera de Tubacex, compañía cotizada en la que Aristrain es el primer accionista, con el 11% del capital. La esposa de Aristrain accedió a cargos de responsabilidad en las compañías de su marido a principios de este año, de acuerdo a datos consultados en Registro Mercantil.

Pleito fiscal millonario

La Agencia Tributaria reclama a José María Aristrain cientos de millones de euros por considerar que el empresario, con residencia en Suiza, debería haber declarado ingresos en España por haberse establecido en realidad en el país.

El conflicto se remonta al año 2011 y desde entonces Aristrain, que ha contratado a varios despachos, trata de desmontar las tesis de Hacienda. Las cifras reclamadas por el fisco español son tan elevadas que convierten a Aristrain en el presunto mayor defraudador del país.

La fiscalía sostiene que el empresario, con el objeto de no cumplir con sus obligaciones fiscales, deslocalizó su domicilio fiscal y participaciones empresariales para no tributar ni por su renta personal ni por su patrimonio, así como tampoco por dividendos y plusvalías obtenidas, a pesar de que residió entre los años 2005 y 2009 en España.

La revista Forbes estimó una fortuna de 1.000 millones de euros a José María Aristrain en el año 2017. Su padre, José María Aristrain Noain, fallecido en un accidente de helicóptero en 1986, creó un imperio siderúrgico durante las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta en España, siendo considerado a principios de los ochenta la mayor fortuna del país tras José María Ruiz-Mateos. A finales de los noventa, Aristrain fusionó el negocio siderúrgico familiar con el grupo público Aceralia, que terminó, a principios de este siglo, formando parte del gigante ArcelorMittal.

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