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Economía

España quiere plantar cara a Turquía como destino de tratamiento para los calvos

Imagen de archivo de un quirófano.

España quiere convertirse en un país de referencia en el turismo de salud y, más concretamente, en los tratamientos contra la calvicieSpainCares, la alianza estratégica de los sectores del turismo y la salud en España, trabaja junto al Gobierno para mejorar el posicionamiento de nuestro país entre aquellos viajeros que buscan una atención médica o estética.

En 2019 contó con un total de 140.000 viajeros y un gasto de 600 millones de euros, unas cifras muy similares a las que manejó el sector en 2018, según las estimaciones de la asociación. No obstante, de acuerdo con sus previsiones, el turismo de salud podría atraer a más de 200.000 viajeros en los últimos años, generando un filón "todavía por explotar" de más de 1.000 millones de euros. 

España compite con otros países europeos como Alemania, Francia o República Checa, pero su 'rival' por excelencia en este tipo de turismo es Turquía, con unos precios muy atractivos para los pacientes y una gran promoción como destino. David Medina, presidente de Spaincares, explica a Vozpópuli que el principal valor añadido de España en esta materia es la calidad. "Quizás no podemos competir abiertamente en precio, pero sí en calidad y en resultados", asegura.

En los últimos años el número de clínicas de injertos capilares se ha disparado en España, especialmente en Madrid

Para el experto "es mejor hacer las cosas bien, pues muchas veces lo barato sale caro". "Estamos hablando de tratamientos muy serios. Todos sabemos que es mucho mejor acudir a centros que están acreditados y cuya calidad y resultados están más que avalados que a otros centros donde te podrás ahorrar un dinero pero quizá los resultados no sean los óptimos", añade. 

No obstante, en los últimos años el número de clínicas de injertos capilares se ha disparado en España, especialmente en la capital, reduciendo los precios y haciendo sombra al negocio en el país otomano. En este sentido, el presidente de Spaincares asegura que España "ya está posicionada" en este tipo de turismo y "ahora el gran reto está en ganar pacientes y colocarnos en el 'top 5' mundial".

Líderes en turismo de fertilidad

Uno de los sectores sanitarios donde España es líder en Europa es el bautizado como "turismo de fertilidad": miles de europeas acuden a nuestro país a someterse a tratamientos para poder tener hijos. De acuerdo con los últimos datos disponibles de la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana (ESHRE, por sus siglas en inglés), España concentra un 40% de este tipo de turismo en Europa. 

Los motivos por los que deciden viajar a España para someterse a una fecundación in vitro, donar sus óvulos o cualquier otro tipo de técnica de reproducción asistida en nuestras clínicas responden a diversos factores: por un lado, cuentan con una legislación mucho más favorable que en otros países de Europa, los tratamientos tienen un importante reconocimiento internacional, implican poco tiempo de espera debido a la enorme cantidad de gametos disponibles y son bastante más económicos que en otros países europeos.

Un turismo que no depende de estaciones

En términos generales, los viajes por salud se presentan como una oportunidad para diversificar nuestra oferta turística, ante el débil momento que vive el 'sol y playa' en España tras la quiebra de Thomas Cook y la recuperación de otros destinos del Mediterráneo -entre los que también e encuentra Turquía- con precios más bajos y una oferta muy similar. "Es un turismo que desestacionaliza, crea empleo estable, favorece al alojamiento hotelero y nos abre a nuevos mercados hasta ahora poco explotados", argumenta Medina. 

140.000 personas visitaron España en 2019 por motivos de salud, mientras que Turquía rondó el millón. Sin embargo, las cifras que maneja nuestro país no son oficiales porque, según explica la patronal del turismo sanitario, "no hay una estadística oficial" que segregue a este tipo de visitantes del resto. "Uno de nuestros objetivos es crear un Observatorio de Turismo de Salud donde podamos medir las cifras y comunicar mejor cómo está el mercado", reclama. 

Además, desde Spaincares explican que no todos los países miden el turismo de salud de la misma manera. "Nosotros sólo consideramos como turista de salud a aquel que visita nuestro país para someterse a un tratamiento en el que interviene personal sanitario, pero hay otros países del mundo que no lo miden así y también engloban a aquellos que se alojan en un spa urbano. Por lo tanto, los datos no son comparables y es difícil establecer un ranking", sentencian.

La medicina estética, al alza

Lo cierto es que la medicina estética es un negocio al alza en nuestro país, tanto para pacientes nacionales como extranjeros. Son tantas las personas que deciden pasar por el quirófano en España para hacerse algún que otro retoque estético que el número de empresas dedicadas a esto ha crecido un 30% en menos de tres años, hasta alcanzar los 5.244 establecimientos, con una facturación total de más de 2.800 millones de euros al año, según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).

En la actualidad, el consumo de este tipo de intervenciones es tal que prácticamente el 40% de la población española se ha sometido a algún tipo de intervención. Cinco de cada diez mujeres y dos de cada diez hombres acuden con cierta regularidad a un tratamiento de estética. Desde SEME apuntan que el perfil del consumidor, que hace 10 años era predominantemente femenino y de mediana edad, ha cambiado radicalmente.

La mayor parte de los hombres -un 23%- acuden para recibir tratamientos capilares, pero también con la intención de mantener un aspecto más juvenil. Un 11,4% de los hombre ha recibido un tratamiento corporal y un 10,7% facial. Además, cada vez son más los jóvenes que se someten a este tipo de tratamientos, influenciados en su mayoría por los estándares de belleza que consumen a diario en las redes sociales.

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