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El amargo futuro judicial de Blesa antes de su muerte

Miguel Blesa

La muerte de Miguel Blesa llega en un momento complicado judicialmente para el expresidente de Caja Madrid. Condenado a seis años de cárcel por las tarjetas black, el banquero esperaba a que se resolviera su recurso para ingresar en prisión. Además, tenía al menos otra causa pendiente, por el juicio de los sobresueldos de Caja Madrid. 

El destino de Miguel Blesa en los tribunales se fue torciendo desde que estalló la crisis, con tres fechas clave: 2012, con la nacionalización de Bankia, cuando su gestión provocó las primeras investigaciones judiciales; 2013, con la instrucción del juez Elpidio José Silva, que dio pie a las causas de las tarjetas black y los sobresueldos; y 2017, con la condena por los plásticos opacos.

Blesa afrontaba condenas por hasta 16 años de prisión. Fue considerado clave por parte de la Audiencia Nacional en la creación de las tarjetas black, motivo por el que recibió la mayor condena, de seis años, a pesar de haber devuelto lo que gastó con esta remuneración irregular, 436.000 euros. Blesa también debía hacerse cargo de lo que no devolvieron los consejeros y directivos de su época.

En el caso de los sobresueldos, el banquero de Jaén afrontaba un destino similar, ya que Anticorrupción solicitaba para él cuatro años de prisión y que se hiciera cargo de una fianza de 8,5 millones.

La influencia de Elpidio

Estas dos causas partieron de información recabada en la polémica instrucción del juez Silva. Aunque este magistrado fue a posteriori condenado por prevaricación, la incautación de los correos de Blesa dio origen a distintas investigaciones que no tenían nada que ver con la que seguía Silva, un crédito a Díaz Ferrán y la compra de un banco en Florida.

Blesa ya ingresó en prisión (Soto del Real) en dos ocasiones durante 2013 con estos casos, una con fianza y una sin ella. Pero finalmente esta investigación fue archivada y el juez Silva apartado de la carrera judicial. Este caso tuvo en su origen la demanda de Manos Limpias junto a Ausbanc, promovida por uno de los enemigos de Blesa, Luis Pineda.

Blesa tenía embargadas sus propiedades inmobilarias por las fianzas millonarias de los tribunales

Las fianzas y la condena de las black habían debilitado las finanzas de Blesa, que argumentó en el último juicio que apenas podía hacer frente a sus facturas. Sus principales propiedades inmobiliarias, en La Florida (Madrid) y Jaén estaban embargadas por la Audiencia.

Junto a las causas por remuneraciones irregulares, Blesa también estaba imputado por las preferentes de Caja Madrid, ya que la entidad hizo la macrocolocación de 3.000 millones durante su mandato. Esta causa lleva años paralizada en la Audiencia Nacional.

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