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El inmobiliario español se vuelve a soltar el pelo: "Vamos todos a bailar"

Imagen de una promoción de Seseña (Toledo).

"Hay ñus que se despeñan por el barranco con más inteligencia que algunos fondos de inversión". Los deshaucios "son una leyenda urbana". "La fiesta ha comenzado, vamos todos a bailar". 

Llevaban tanto tiempo sin asomar la cabeza, que no pudieron reprimirse. Los principales ejecutivos de las mayores inmobiliarias españolas, y también de entidades financieras, coincidieron el jueves en el 4 Encuentro del Sector Inmobiliario, organizado en Madrid por el IESE. Y ya fuera porque no pudieron contenerse, o porque no eran conscientes de que en la sala contigua a la que se celebraba el acto un nutrido grupo de periodistas seguía la retransmisión de las intervenciones, el caso es que algunas de sus declaraciones recordaron a la excitación que se vivía en el sector en los años del boom.

"Los desahucios forman parte de la leyenda urbana, nosotros no hemos desahuciado a nadie. Los bancos no queremos desahuciar a nadie. Evidentemente, tenemos una hipoteca, una propiedad, y queremos que esa hipoteca se pague", dijo Juan Antonio Alcaraz, director general de Caixabank. "Ahora lo que está bien visto es no pagar las deudas y, encima, tienes una garantía hipotecaria que no puedes ejecutar", comentó.

"Me gusta más el inmobiliario que comer con los dedos", dijo Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin

Alcaraz, que participó en el debate titulado la Financiación en un Entorno de Grandes Cambios, también se refirió a las cláusulas suelo, y vino a decir que ha sido un asunto empleado para que la banca pagara el pato, que los clientes bancarios en realidad, o muchos de ellos, sí sabían lo que estaban firmando cuando se les incluía esa cláusula en las hipotecas. "Se hizo, otra vez más y en plena crisis económica, un debate interesantísimo para que parte de la crisis la pagaran las entidades financieras", dijo. Admitió que en algunos casos se pudo hacer mal, pero recordó que las hipotecas se firmaban ante notario y que esas cláusulas aparecían "en negrita y en mayúsculas", según recogió Efe.

Juan Antonio Alcaraz estuvo en lo más alto de la explosión de la burbuja del sector inmobiliario español. Tras haber trabajado en Banco Sabadell, donde creó una división de negocio inmobiliario, en mayo de 2007 la familia Nozaleda (Grupo Nozar) y Félix Abánades (Grupo Rayet, presidente de Quabit) acudieron a él para tratar de salvar lo posible de la inmobiliaria española que fuera mayor exponente de la burbuja, Astroc, nombrándole consejero delegado. La compañía creada por Enrique Bañuelos se despeñaba en Bolsa a mediados de 2007, después de haber pasado de valer 6 euros por acción a más de 74 euros por título en un año. Y sus accionistas contrataron a Alcaraz para enderezar el rumbo. Pero este estuvo seis meses tan solo en el cargo, que abandonó tras ser llamado por Juan María Nin, con el que trabajó en Sabadell, para incorporarse a la dirección de La Caixa.

Ñus y fondos

Ismael Clemente, consejero delegado de la mayor inmobiliaria española por valor en Bolsa, Merlin Properties, dijo al inicio de su intervención, en el debate titulado El futuro de las Socimis en el 5 aniversario de la Ley de reforma, que agradecía que tras un par de años en los que había tenido una excesiva presencia en prensa -en menos de tres años la compañía ha comprado Testa, Metrovacesa y ha alcanzado un valor bruto de activos superior a los 10.400 millones de euros- llevara un tiempo sin salir en los periódicos. No obstante, sus declaraciones llamaron la atención.

Clemente desmitificó por completo a los fondos de inversión extranjeros, los mismos que han engordado con sus inversiones el capital con el que cuentan muchas de las grandes Socimis españolas. "Hay ñus que se despeñan por el barranco más inteligentes", comentó, en alusión a la política de inversión de algunos de estos fondos. El presidente de Merlin -"me gusta más el inmobiliario que comer con los dedos",  "doy mil gracias a Dios al día por trabajar aquí"- se refirió a la supuesta ventaja que pudiera tener una inmobiliaria en España que contara entre sus asesores o accionistas a fondos extranjeros, estadounidenses. "Y a la hora de hablar con el alcalde de Azuqueca de Henares, ¿qué?", bromeó.

El presidente de APCE reclamó mejoras en la gestión pública del suelo

"Cuando alguien de mi equipo me viene con quejas le digo, oye, que peor se está en una mina en Ucrania", indicó Clemente, que dirige a la plantilla del Ibex 35 con mayor salario medio, 282.477 euros -Merlin cuenta con menos de 200 empleados-, según un informe elaborado por Oxfam Intermón presentado el mes pasado. Clemente ganó seis millones de euros en 2016.

"Hemos vivido un año de mucha excitación en el mercado", opinó David Martínez, consejero delegado de Aedas Homes, promotora que salió a Bolsa el pasado año. "Los suelos cada vez son más complicados de comprar a un precio más razonable. En algunas plazas el precio de la vivienda ha experimentado un crecimiento poco sostenible", advirtió. El primer ejecutivo de Aedas expresó su deseo de que a partir de ahora se tranquilice el mercado, "después de esta excitación de la fiesta ha comenzado, vamos todos a bailar". 

"La música del sector suena bien", dijo Juan Velayos, consejero delgado de Neinor Homes. "Debemos aprovechar el ciclo alcista para hacer los deberes y que cuando cambie la situación seamos un sector más industrial", señaló. "2017 fue el año de los cuentos y 2018, el de las cuentas".

La mayoría de los asistentes coincidieron en reclamar mejoras en la gestión pública del suelo -"la Administración no ayuda a tener una regulación de suelo lo suficientemente ágil, transparente y sana en nuestro sector, para evitar que se especule y que esa especulación se traslade forzosamente al cliente", lamentó Juan Antonio Gómez Pintado, presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE)- y en prever una mayor concentración en el sector inmobiliario español.

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