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La incertidumbre política deja en el limbo la renovación de la mitad de la CNMC

El presidente de la CNMC, José María Marín Quemada.

Alcanzar pactos en la 'arena política' española se ha convertido en una actividad de riesgo, ante la fragmentación parlamentaria y el endurecimiento del discurso de algunos partidos. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) necesitará en los próximos meses de varios acuerdos entre los partidos para renovar a la mitad de sus consejeros, que terminan mandato en septiembre y deberán ser sustituidos tras un 'encaje de bolillos' que dentro del organismo se intuye como complicado.

Entre los vocales del Consejo que deberán abandonar el regulador se encuentran su presidente, José María Marín Quemada; y su vicepresidenta, María Fernández. El primero es el responsable de la Sala de Competencia, mientras que la segunda, del área de Regulación, con atribuciones en energía, telecomunicaciones y audiovisual, entre otras. La ley permite que ejerzan en funciones hasta que sean sustituidos, si bien impide que repitan mandato tras agotar el actual, de seis años.

Los otros tres consejeros que deberán abandonar el organismo a partir del 9 de septiembre son Clotilde de la Higuera, Benigno Valdés y Josep María Guinart. Los cinco que continuarán son María Ortiz -renovada por iniciativa de Luis de Guindos en 2017-, Mariano Bacigalupo -propuesto por el PSOE y marido de la ministra Teresa Ribera-, María Canedo -elegida para su puesto por Ciudadanos-, Bernardo Lorenzo y Xabier Ormaetxea.

Estos dos últimos fueron readmitidos en su puesto en 2017, después de que la justicia europea declarara ilegal su cese como miembros de la antigua Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. El primero fue propuesto, en su día, por el PSOE, mientra que el segundo, por el PNV.

Fuentes parlamentarias llaman la atención sobre la compleja situación en la que ha quedado el Partido Popular, quien en 2013 designó a 8 de los 10 miembros del Consejo -todos, salvo Guinart y la exvicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia-, y que ahora tendrá que alcanzar pactos parlamentarios para poder designar a algún vocal. En este sentido, hay que incidir en que este órgano debe ser independiente, en la teoría. Sin embargo, en la práctica los partidos mantienen tiras y aflojas por conservar sus cuotas en el Consejo, al igual que ocurre en otras Instituciones y empresas públicas.

Método de elección

Cabe recordar que los consejeros del regulador son elegidos a propuesta del ministro de Economía. En 2017, previo pacto entre PP, PSOE y Ciudadanos. A partir de ahí, los candidatos deben obtener el plácet del Consejo de Ministros y pasar un examen parlamentario ante la Comisión de Economía. Los aspirantes pueden ser vetados por mayoría absoluta, lo que obligará a los grupos parlamentarios a consensuar los cinco nombres, estiman las mismas fuentes.

Ciudadanos impulsó durante la pasada legislatura una reforma de ley -que no llegó a puerto- para que los miembros de los organismos reguladores fueran elegidos por una Comisión Independiente de Nombramientos del Estado que debía encargarse de medir su "idoneidad, mérito, capacidad e independencia". Está por ver si la formación naranja volverá a apostar por este proyecto o si lo dejará de lado. Máxime en este momento, en el que su entonces responsable de asuntos económicos, Luis Garicano, ha sido elegido eurodiputado y librará las batallas en el Parlamento Europeo.

Durante la pasada legislatura, también se puso sobre la mesa un proyecto para dividir el regulador en dos entidades independientes. Luis de Guindos y Román Escolano anunciaron su intención de llevar a cabo esta medida, pero finalmente no se materializó. Entre otras cosas, por las complicaciones formales que implicaría y por la dificultad para consensuarla en el fragmentado parlamento español.

Fuentes de la CNMC llaman a tener en cuenta otro hecho importante, y es que, en 2012, cuando se redactó la ley del regulador, se decidió que el mandato de los consejeros fuera de seis años para que no dependiera de los ciclos políticos, que, en teoría, son de cuatro. El problema es que, tras tres elecciones generales y una moción de censura, ese calendario se ha alterado y en septiembre habrá que renovar a 5 consejeros.

En un momento en el que los partidos negocian ayuntamientos, autonomías y el Gobierno del país, en el que existe un baile de sillas, se corre el riesgo de que los asientos en la CNMC entren en el reparto. Algo que no ayudaría a lograr su independencia, añaden.

Varios sectores importantes

Hay que recordar que la CNMC controla y regula la actividad de varias de las grandes empresas del Ibex 35. El organismo tiene competencias en materias como energía, telecomunicaciones, audiovisual o el sector postal. También tiene encomendada la tarea de velar porque en España no se incumpla la Ley de Competencia, entre otras cosas, por abusos de posición de las empresas o la conformación de cárteles.

Este organismo nació en 2013 y su funcionamiento ha estado condicionado por las tensiones internas y por la alta conflictividad judicial que ha derivado de las sanciones que ha impuesto. Su presidente llegó a reconocer en el Parlamento que, como institución joven, la CNMC ha sufrido ciertas disfunciones. De los partidos dependerá la fuerza y la independencia que tenga en el futuro, recuerdan fuentes internas.

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