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El frente judicial abierto por Hutchison en Reino Unido condiciona los planes de Telefónica con O2

Sede de O2.

Los planes de Telefónica para mejorar la posición de O2 en Reino Unido se han visto condicionados por el frente judicial abierto por uno de sus competidores en ese país. Three, la empresa filial de la hongkonesa Hutchison Whampoa, ha cumplido su amenaza y ha denunciado recientemente ante los tribunales las condiciones que ha fijado la autoridad de la competencia británica (Ofcom) antes de la subasta de espectro para desplegar el 5G, que impedirán que los operadores aglutinen más del 37% de las frecuencias disponibles.

Este litigio podría extenderse durante tres meses –según explican fuentes del sector de las telecomunicaciones-, lo que podría demorar el inicio de la subasta de frecuencias para poner en marcha nuevos servicios de 4G y 5G en el Reino Unido, cuyo inicio estaba previsto para septiembre u octubre.

El proceso se complicará aún más si EE (British Telecom) impugna las condiciones impuestas por el regulador, como anunció el pasado agosto. Este operador pretende que se amplíe la barrera del 37%, mientras que Three ha pedido que ninguna compañía pueda poseer más del 30% del espectro.

Según publicó Financial Times, Ofcom ha solicitado recientemente por carta a algunos de los operadores interesados en concurrir que aceleren los procedimientos judiciales contra la subasta para no retrasar el despliegue del 5G. Un portavoz del regulador avisó de los perjuicios para los consumidores, las empresas “y la economía del Reino Unido” que ocasionaría este hecho.

Telefónica, 650 millones en 2013

Telefónica ya invirtió a principios de 2013 más de 650 millones de euros en la adquisición de espectro radioeléctrico en el Reino Unido. En esta nueva subasta prevé destinar más de 500 millones para mejorar la posición de su filial, que cuenta con mucho menos espacio (12%) que competidores como BT (45%) y Vodafone (28%).

En el caso de que la multinacional española tuviera éxito, la posición de O2 en el Reino Unido mejoraría, lo que incrementaría el valor de la compañía. Esta circunstancia haría más rentable la posible operación de salida a bolsa de una parte de las participaciones de Telefónica, sondeada por los responsables del grupo desde hace varios meses.

Telefónica pagó 26.094 millones de euros por O2 en 2005 y en 2016 alcanzó un acuerdo con Hutchison para vender la totalidad de sus acciones por 12.095 millones. La Comisión Europea lo vetó

Cabe recordar que Telefónica pagó 26.094 millones de euros por O2 en 2005. En 2016 alcanzó un acuerdo con Hutchison para vender la totalidad de sus acciones por 12.095 millones. La Comisión Europea vetó esa operación dado que “hubiera sido mala para los consumidores británicos”, puesto que suponía reducir el mercado de la telefonía móvil a tres únicos operadores (BT, Vodafone y Hutchison), según afirmó entonces la comisaria de la Competencia Magrethe Vertager.

La compañía presidida por José María Álvarez Pallete diseñó la operación de salida del Reino Unido con el objetivo de reducir su deuda financiera. No obstante, poco después de que la Comisión Europea bloqueara la venta a Hutchison, cambió de planes y optó por sacar a bolsa una parte de O2 en cuanto la situación lo aconseje. Esta maniobra se realizará, en todo caso, cuando se conozca el resultado de la subasta de espectro, de gran importancia para el sector de las telecomunicaciones en Reino Unido.

Según los datos aportados por Telefónica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su deuda descendió en 3.706 millones de euros entre el primer semestre de 2016 y el de 2017 –en 4.981 millones si se incluye la venta de Telxius-. Actualmente, sus obligaciones ascienden a 48.487 millones.

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